Desde que Apple fuera una de las primeras compañías en eliminar los lectores de DVD de sus equipos muchos han sido los fabricantes que más tarde o más temprano han decidido hacer lo mismo para tratar de reducir al máximo el tamaño de sus portátiles. Desde que Apple dejó de hacer uso de estas unidades ópticas en sus equipos, cualquier usuario de los portátiles de la compañía ha tenido que hacer uso de un pendrive para poder instalar cada nueva versión del sistema operativo que lanza la compañía todos los años, sistema operativo que a diferencia de Windows, es completamente gratuito desde hace varias versiones.
Afortunadamente OS X no es el único sistema operativo que puede instalarse a través de una unidad USB, ya que Microsoft también permite esta opción tras la llegada al mercado de los notebooks, esos portátiles de un procesador muy limitado de 10 pulgadas aproximadamente y que no incluían una unidad óptica. Para poder instalar nuestra versión de Windows 7 desde una unidad USB en primer lugar nos tenemos que descargar o bien crear una imagen del DVD con el sistema operativo para posteriormente pasarlo a una unidad USB para poder arrancar nuestro portátil o PC desde esa unidad y proceder a la instalación.
Una vez hemos preparado nuestro USB con la image de Windows 7 o bien a través del DVD, procederemos a reiniciar nuestro dispositivo y nos dirigiremos hasta la BIOS. Cada ordendador nos ofrece una forma diferente de acceder a ella. Para ello tendremos que pulsar la tecla ESC, o bien la tecla F2, aunque como he comentado nada más arrancar el ordenador se nos mostrará la forma de acceder antes de que comience a cargar el sistema operativo. Una vez dentro de la BIOS tan solo tenemos que dirigirnos hasta la sección de arranque (BOOT) y modificar la unidad principal de arranque para que sea la unidad USB en lugar del disco duro o de la unidad óptica que tengamos en nuestro PC.