Windows 10 cuenta con soporte para HDR. Este modo destaca especialmente porque nos da la posibilidad de que los colores sean muy intensos. Ya que se puede crear un mayor contraste, permitiendo mostrar las partes muy claras y las muy oscuras al mismo tiempo. Por lo que se mantiene siempre un contraste natural. Esto permite que las pantallas HDR muestren más tonos de colores.
Sin duda, una opción ideal si vas a jugar con tu ordenador con Windows 10, o ver series o películas. Por eso, si tienes un equipo con una pantalla HDR, merece la pena sacarle partido a esta función. Aunque, lo que tienes que hacer para disfrutar de esto es calibrar el propio HDR. ¿Cómo se hace? Os lo explicamos a continuación.
Al calibrar el HDR vamos a elegir la configuración que más nos gusta o conviene en cuanto a los colores. Por lo que somos nosotros los que decidimos cómo queremos que se muestren los colores en la pantalla del equipo. Podemos elegir si queremos que sean más o menos intensos. Todo esto se logra gracias a la función de calibrar que hay en Windows 10.
Como es habitual, comenzamos abriendo la configuración de Windows 10. Por lo que acudimos al menú de inicio y pinchamos en el icono con forma de rueda. Una vez abierta la configuración del sistema, tenemos que seleccionar el apartado de aplicaciones. Pinchamos en el mismo y se abre a continuación una ventana nueva con el menú de aplicaciones.
Tenemos que mirar en la parte izquierda, donde sale una columna. En esta columna hay una serie de opciones, la última de las cuales es “Reproducción de vídeo” (Video Playback). Pulsamos sobre esta opción y nos van a salir diferentes opciones en la pantalla. Pero, las primeras que salen son las de HDR. Lo primero que hay que mirar es si tenemos el HDR activado o no. En caso de que no lo esté, lo activamos.
Vais a ver que una de las opciones que os salen es la de calibrar el HDR de Windows 10. Si pincháis en esta opción se abre una nueva pantalla en la que se ven dos imágenes y en la parte inferior una barra que se puede mover. Lo que tenemos que hacer es mover dicha barra y los colores de las imágenes van a cambiar. Simplemente tenéis que ir moviendo hasta encontrar la configuración que os gusta.
Una vez hayas encontrado los colores que más te convencen, sólo tienes que salir. De esta manera se queda ya guardada la configuración que has establecido en tu ordenador. Si en alguna ocasión quieres volver a cambiarla, tienes que llevar a cabo los mismos pasos.