Restaurar un PC a sus valores de fábrica no es una decisión que haya que tomar a la ligera. Se trata de un último recurso cuando no hay otra forma de solucionar los problemas que está experimentando el sistema operativo. Existe una manera de llevar a cabo esta acción con Windows 10, utilizando un solo comando y sin perder nuestros archivos.
Lógicamente, antes de apostar por esta solución drástica, es recomendable intentar resolver los problemas con ajustes menores. Por ejemplo, desinstalando programas conflictivos o actualizando los controladores. Muchas veces con estas simples acciones será suficiente para devolver al PC a su funcionamiento normal.
Razones para restaurar el PC a sus valores de fábrica
Entonces, ¿cuándo hay que recurrir a restaurar un PC de fábrica? Estas son algunas buenas razones:
- Cuando el funcionamiento es muy lento y ya hemos intentado, sin éxito, otras soluciones (desfragmentar el disco, eliminar programas innecesarios, limpiar archivos temporales, etc.).
- Si se producen constantes problemas de software como pantallas bloqueadas o reinicios súbitos sin motivo aparente.
- En casos de infecciones de virus y malware, los cuales persisten a pesar de usar herramientas antivirus.
- Si vamos a dar o vender el PC, o lo queremos dar un uso diferente. E estos caso, lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva, para que nuestros datos y archivos personales no estén al alcance de terceros.
En cualquier caso, antes de iniciar la restauración del PC a sus valores originales de fábrica, siempre es recomendable realizar una copia de seguridad de nuestros archivos más importantes, ya que estos se pueden perder durante el proceso.
Restaura tu PC de fábrica con Windows 10, paso a paso
Como indicábamos al inicio del post, puedes restaurar tu PC con Windows 10 a su estado de fábrica haciendo servir un único comando. Y sin peligro de perder tus archivos. La clave está en utilizar la función «Restablecer este equipo», la cual viene integrada por defecto en el propio sistema.
Gracias a este proceso, es posible limpiar el sistema operativo por completo y al mismo tiempo mantener nuestros archivos personales intactos. Así es como debemos hacerlo:
- Para empezar, usamos la combinación de teclas Windows + R para abrir el cuadro de diálogo del menú de inicio.
- En él, escribimos el siguiente comando: systemreset -cleanpcy y pulsamos la tecla Enter.*
- En la nueva ventana que se abre, seleccionamos la opción «Conservar mis archivos», tal y como se muestra en la imagen de más arriba. Esto es fundamental para poner a salvo todos nuestros archivos personales (documentos, fotos y otros) los cuales no serán borrados.
- A continuación Windows nos muestra una nueva ventana con la lista de todas las aplicaciones que se van a eliminar. Para confirmar, hacemos clic en «Siguiente».
- El último paso consiste en pulsar el botón «Confirmar» para dar inicio al proceso de restablecimiento, el cual se puede prolongar más o menos dependiendo de la velocidad del equipo.
(*) Es muy probable que en este punto el sistema nos solicite privilegios de administrador. Si es así, simplemente pulsamos «Aceptar» y continuamos con el proceso con normalidad.
¿Es conveniente usar el recurso de restaurar el PC a valores de fábrica?
Usamos la expresión de «valores de fábrica» porque con este proceso el PC regresa a un estado original similar al que tenía cuando fue puesto a la venta por primera vez. Ya hemos explicado en los apartados anteriores cómo esto puede resultar un recurso de gran utilidad en determinadas circunstancias, cuando parece que nos hallamos en un callejón sin salida, incapaces de resolver los problemas que afectan a nuestro equipo.
No obstante, hay algunas cosas que debemos tener presentes antes de emprender esta acción, más allá del ya mencionado riesgo de perdida de archivos y datos personales.
Uno de los aspectos que hay que considerar es el trabajo que va a suponernos el hecho de tener que reinstalar y reconfigurar todas las aplicaciones que usábamos antes de la restauración. Es una tarea tediosa que puede llevarnos bastante tiempo, sobre todo si hablamos de software especializado.
Otra de las molestias a las que nos vamos a tener que enfrentar es la necesidad de descargar e instalar de nuevo todas las actualizaciones de Windows, así como sus controladores. Y es que, al devolver el PC a sus valores originales, estas se habrán perdido. Lo mismo se puede decir de las configuraciones personalizadas del sistema (accesos directos, ajustes de red, contraseñas guardadas, preferencias…). Todas ellas desaparecerán durante el proceso de restauración
Pero, con todo, eso no es lo peor. Aunque no es lo habitual, sí sucede alguna vez que al restaurar un PC y devolverlo a su estado inicial «de fábrica» los problemas que pretendíamos solucionar persisten. Esto pasa cuando nos enfrentamos a ciertos problemas de hardware, como por ejemplo discos duros dañados. En esos casos, no queda más remedio que acudir a la ayuda del soporte técnico.