El fondo de Escritorio de Windows 10 se puede cambiar y personalizar a nuestro gusto, al igual que ocurre con otras versiones de Windows, pero esto a veces es molesto si estamos ante un equipo de empresa o de una asociación.
Para estos casos, lo mejor es bloquear el fondo de escritorio con una imagen de tal manera que nadie la pueda cambiar y por lo tanto se quede como imagen corporativa. Este pequeño truco que se podía hacer con los antiguos Windows, también se puede hacer en Windows 10.
En el caso de Windows 10, podemos bloquear el fondo de escritorio de varias maneras, sin necesidad de utilizar programas externos, pero en este caso os contaré el método más generalista, un método fácil y que se puede utilizar en cualquier versión de Windows 10, sin necesidad de que sea una versión server o Professional.
El bloqueo del fondo de escritorio puede ser de ayuda para instituciones y empresas
En primer lugar hemos de establecer el fondo de escritorio que queremos que se quede por defecto. Luego hemos de abrir el editor de directivas locales, una herramienta que nos permitirá aplicar ciertas restricciones en nuestro equipo. Para abrirlo hemos de pulsar la tecla Windows + botón R y escribir lo siguiente gpedit.msc para abrir el editor de directivas de grupo locales.
Una vez que tenemos abierto el editor, en la parte izquierda hemos de buscar la siguiente dirección:
User Configuration > Administrative Templates > Control Panel > Personalization
En esta dirección habrá una entrada que se llama «Prevent changing desktop background», hacemos doble click sobre ello y seleccionamos la opción Habilitado o Enabled. Pulsamos el botón aceptar y guardamos los cambios. A partir de ahora, no podremos cambiar el fondo de escritorio y cada vez que lo intentemos nos aparecerá un mensaje advirtiéndonos que no podremos hacer esos cambios.