Desde que los PC se volvieran dispositivos para todos los bolsillos, cuando me refiero a todos los bolsillos, me refiero a más de 100.000 pesetas (600 euros en los años 90), los desarrolladores de software comenzaron a tratar de ponerle puertas al campo, añadiendo diferentes sistemas de protección para evitar la piratería. Si nos pasaban un programa, este tenía que ir acompañado del correspondiente número de activación, ya que de lo contrario no funcionaba.
Si se trataba de un juego, este tenía que venir con los códigos aleatorios que nos solicitaba el juego cada vez que queríamos jugar. Con el paso de los años, y con la llegada de Internet, las medidas de protección se han incrementado y en la mayoría de ocasiones, podemos hacer uso de licencias que circulan por Internet para activar el producto, eso si, ya nos podemos ir olvidando de actualizarlo.
Si no aprovechamos la oferta que nos ofreció Microsoft con el lanzamiento de Windows 10, una oferta que nos permitía convertir nuestra licencia de Windows 7/8 a Windows 10, es probable que estemos haciendo uso de una copia ilegal de Windows 10, una copia que no vamos a poder actualizar si no queremos que nuestro equipo deje de funcionar. Pero si queremos pasarnos a la legalidad, Microsoft nos lo pone muy fácil.
Dentro de las opciones de configuración de Windows, en el apartado Actualización y seguridad, podemos encontrar el apartado Activación, un apartado donde debemos introducir nuestro número de licencia con el que podremos activar Windows y disfrutar de todas sus ventajas.
Pero al igual que podemos activar nuestra copia de Windows, también podemos cambiar la clave de producto, en caso de que nuestra copia se haya actualizado y haya sido detectada por Microsoft como pirata. En este caso, tan solo tenemos que comprar una licencia de forma legal y pulsar Cambiar la clave de producto.