Es posible que en un momento determinado cambiemos el monitor que usamos en nuestro ordenador de sobremesa. Nos compramos uno más grande y empezamos a usar Windows 10 de nuevo en este monitor. Lo más probable es que en este primer uso notemos que el sistema no se ha configurado de la forma deseada en esta pantalla. Una de las primeras cosas que suele ser necesario hacer es ajustar la resolución de pantalla.
Es importante hacer esto, de manera que se vaya a ajustar todo de forma correcta. Ya que sino, veremos que Windows 10 no se muestra de la forma deseada en dicho monitor. Esto es algo que puede ser especialmente notable si se ha pasado de un monitor algo antiguo a otro que es panorámico.
Cambiar resolución de pantalla en Windows 10
Por suerte, el sistema operativo nos da la posibilidad de ajustar dicha resolución de pantalla en todo momento de manera sencilla. Además, tenemos dos maneras de poder hacer esto. Así que cada usuario va a poder elegir la opción que le interese más en cada momento en su ordenador con Windows 10.
En primer lugar podemos hacer clic derecho con el ratón sobre el escritorio. Entonces, nos saldrán varias opciones, de las que debemos seleccionar la de configuración de pantalla. Entramos en una nueva ventana, donde vamos a poder ver que hay un apartado llamado resolución, donde podemos elegir entonces la resolución que queremos usar en dicho momento en nuestro monitor. Saldrá un listado completo con las que soporta el monitor en cuestión. Además, Windows 10 suele mostrar una que es la recomendada, que permite aprovechar mejor dicho monitor.
Por otro lado, podemos hacer este cambio de resolución usando la configuración del sistema operativo. Luego, dentro de la misma, tenemos que entrar en el apartado de sistema. Allí dentro tenemos que fijarnos en la parte izquierda de la pantalla, en dicha columna, donde nos encontramos con el apartado de pantalla. Cuando pulsamos sobre el mismo, saldrán en el centro las opciones de este apartado, una de ellas es la de resolución.
Entonces es simplemente cuestión de ir probando la resolución que se quiera usar en Windows 10 en dicho momento. Por lo que cada uno debe ir probando las opciones que se tiene en dicho listado. En función del monitor, es probable que salgan unas opciones diferentes, sobre todo en monitores de gama alta habrá muchas más resoluciones soportadas. Algo que da muchas probabilidades a los usuarios.
Cambiar la frecuencia de actualización
Por otro lado, la resolución no es el único aspecto que tenemos que tener en cuenta en este sentido. Ya que también la tasa de refresco es algo a tener en cuenta en un monitor. Sobre todo aquellos usuarios que vayan a usar su ordenador para jugar deberían tener esto en cuenta en todo momento. Esto es algo sencillo de conseguir, que tenemos que hacer de una forma similar a la que hemos hecho para cambiar la resolución.
Hacemos clic derecho con el ratón sobre el escritorio y saldrá entonces un menú contextual con diversas opciones. La que tenemos que elegir en este caso es la de Configuración gráficos Intel. Entonces se abrirá en la pantalla una ventana donde tenemos diversas opciones de configuración, de la pantalla y otros aspectos. Tenemos que elegir en primer lugar el apartado de pantalla. Ya tendremos entonces acceso a esta posibilidad de cambiar la tasa de actualización. Esto es algo que no todos los monitores permiten. Así que dependerá de cada caso individual.
Sin duda, en monitores de gama alta será posible cambiar esta tasa de actualización. Esto es algo también de mucha importancia para aquellos usuarios que vayan a usar su ordenador con Windows 10 para jugar. Por tanto, es importante comprobar que se tiene esta posibilidad de ajustar dicha tasa de refresco en todo momento. Los pasos para conseguirlo, como podéis ver en este sentido, son realmente sencillos y tener de esta manera una mejor experiencia en todo momento.