En los últimos años, cada vez es más difícil encontrar impresoras en los hogares de todo el mundo. Hace unos años, podíamos encontrar impresoras por 20 o 30 euros, que duraban lo que duraban, dependiendo del uso que hiciéramos, podía durar un recambio o alguno más, siempre y cuando la tinta no se secara (al no utilizarla habitualmente) y nos viéramos obligados a tirar la impresora directamente.
Si habitualmente imprimes documentos, ya sea en tu trabajo o en tu hogar, es probable que hayas elegido una impresora de calidad, impresora que no te deje tirado a las primeras de cambio como solía suceder. Si es así, también es probable que en más de una ocasión, te hayas visto obligado a esperar a que se imprima un documento por no poder cancelar la impresión.
Aunque pueda parecer extraño, desenchufar la impresora mientras está trabajando, no supone la cancelación de la impresión en la mayoría de los casos, ya que una vez la volvemos a conectar, esta continua imprimiendo el documento, aunque lo más probable, es que no continúe donde lo dejó.
Cancelar la impresión de un documento no se hace desde la impresora, sino desde el equipo que ha enviado el documento a la impresión, equipo que gestiona su impresión hasta que finaliza. Si cancelamos la impresión desde el equipo, esta cancela automáticamente la impresión.
Cancelar la impresión de un documento en Windows
Cuando enviamos un documento a la impresora, la barra de herramientas situada en la esquina inferior derecha (donde se muestra la hora), muestra el icono de una impresora. Para cancelar la impresión de un documento, debemos presionar con el botón derecho y seleccionar propiedades.
A continuación, se mostrará una ventana con el documento que estamos imprimiendo. Para cancelar la impresión, nos situamos en el documento en cuestión, pulsamos el botón derecho del ratón y seleccionamos Cancelar todos los documentos.