A diferencia de macOS, por poner una comparativa que todos podamos entender, Windows se encuentra instalado en más de mil millones de dispositivos, cada uno con un hardware y un software diferente. Si bien es cierto que todas las versiones de Windows se adaptan a la mayoría de equipos, no es así con las aplicaciones.
Dependiendo del tipo de aplicación que utilicemos, y del hardware de nuestro equipo, es probable que en más de una ocasión, la aplicación se congele o deje de funcionar por completo, dejando en ocasiones el equipo completamente colgado o sin responder durante unos segundos. Aunque reinciar es una solución sencillo, no es la más rápida.
Y digo que no es las más rápida porque requiere arrancar el equipo de cero, un tiempo que puede llegar a ser elevado si nuestro disco duro es mécanico (no SSD) y si además, tenemos un gran número de aplicaciones instaladas en el arranque de nuestro equipo.
La solución más sencilla cuando una aplicación deja de funcionar es forzar el cierre de la aplicación. En algunas ocasiones, es suficiente con situar el ratón encima del icono de la aplicación, pulsar el botón derecho y seleccionar Cerrar aplicación.
Dependiendo de hasta que punto se haya colgado la aplicación, es probable que este truco no funcione. Si es así, la otra opción que nos queda es realizar este proceso a través del Administrador de tareas.
Forzar cierre de aplicaciones en Windows
- Para acceder al administrador de tareas, tan solo tenemos que pulsar de forma conjunta Ctrl + Alt + Supr.
- A continuación, se mostrará una ventana con el fondo azul y diferentes opciones. De entre todas las opciones, seleccionamos Administrador tareas.
- Se abrirá una ventana con la pestaña Procesos.
- Seguidamente, debemos seleccionar cual es la aplicación que ha dejado de funcionar, probablemente esté acompañada del mensaje No responde.
- La seleccionamos con el ratón y nos dirigimos al botón inferior derecho para pulsar Finaliza tarea
Dependiendo del uso que esté haciendo de nuestro equipo, es probable que tarde más o menos tiempo en cerrarse, pero finalmente se cerrará.