Hace uso del ordenador con poca o ninguna luz ambiental, a la larga es perjudicial para nuestro organismo, ya que puede afectar a la hora de dormir por la noche, sobre todo si nada más dejar de trabajar, nos acostamos inmediatamente. Windows nos ofrece la función luz nocturna, una función que se encarga de cambiar los colores de la pantalla por unos más cálidos.
Pero no solo Windows, ya que todos los sistemas operativos nos ofrecen la misma función, con otro nombre, función que se encarga de amarillear ligeramente o según nuestras necesidades la pantalla, para que a la hora de irnos a dormir, no tengamos problemas de sueño. Hacer uso de estos colores, es recomendable realizarlo únicamente durante la noche.
Es recomendable hacerlo durante la noche, por los motivos que he explicado más arriba, aunque podemos tener activada esta función todo el día. Dentro de la opciones de configuración de Windows 10, tenemos a nuestra disposición una serie de opciones que nos permiten establecer cuando queremos que esta opción se active y desactive o si únicamente queremos se active desde el anochecer hasta el amanecer, un horario que varía dependiendo del mes en el que nos encontremos.
Windows 10, también nos permite establecer cual es la temperatura de color que queremos utilizar. Cuanto más rojo es el índice, más caluroso será (anaranjado), y más distorsión nos ofrecerá en cuanto a colores que se muestran en la pantalla me refiero.
Esta función no es recomendable utilizarla si tenemos previsto editar fotografías y vídeos, ya que puede distorsionar la percepción que tenemos de ellos. Para poder acceder a las opciones de configuración de la luz nocturna, debemos acceder a través de las opciones de configuración de Windows (Win + i), pulsando en Sistema y posteriormente en Pantalla. En la columna de la derecha se mostrará como primera opción Luz nocturna. Justo debajo encontramos la opción Configuración de la luz nocturna.