En estos días en los que pasamos horas delante del ordenador, uno de los temas que más preocupa a los usuarios de Windows 11 es cómo controlar la temperatura de su equipo, sobre todo cuando se le exige con cargas intensas como juegos, edición de vídeo o programas de diseño. Evitar el sobrecalentamiento no solo mejora el rendimiento, también alarga la vida útil del hardware y previene problemas graves como reinicios inesperados o incluso daños internos.
Si alguna vez has notado que tu portátil o PC de sobremesa se calienta más de la cuenta, se ralentiza o escuchas los ventiladores al máximo, es el momento de prestar atención a la temperatura de tus componentes, especialmente la CPU y GPU.
¿Por qué es tan importante vigilar la temperatura en Windows 11?
El calor es el gran enemigo de cualquier aparato electrónico, y tu ordenador no es la excepción. Todos los componentes internos, como el procesador (CPU), la tarjeta gráfica (GPU), la placa base y la fuente de alimentación, generan calor durante su funcionamiento. Si ese calor no se disipa adecuadamente, puede afectar el rendimiento y provocar daños irreparables.
El procesador y la gráfica, en particular, están diseñados para trabajar en un rango concreto de temperaturas; si se pasan durante mucho tiempo, hay riesgo de que el sistema de refrigeración no esté funcionando bien, o incluso que la pasta térmica esté defectuosa o seca.
El sobrecalentamiento puede traducirse en cuelgues, caídas de rendimiento y, a largo plazo, un envejecimiento prematuro de los componentes. Por eso, controlar estas temperaturas, sobre todo cuando el equipo está bajo carga (jugando, renderizando o usando muchos programas a la vez), es fundamental.
¿Cuáles son las temperaturas recomendables para la CPU y cuándo preocuparse?
Las CPUs modernas pueden soportar temperaturas relativamente altas, pero eso no significa que sea ideal trabajar siempre al límite. Lo recomendable es que la temperatura de la CPU se mantenga por debajo de los 60 °C en tareas normales y que no supere los 80 °C incluso bajo carga.
Pasar de los 80 °C de forma constante puede indicar problemas de refrigeración, acumulación de polvo o que alguna parte del disipador ya no hace su función. En casos extremos, acercarse a los 100 °C puede hacer que el propio procesador reduzca automáticamente su rendimiento para no dañarse (thermal throttling).
Si alguna vez notas que tu ordenador está especialmente lento, se apaga sin explicación o los ventiladores no dejan de sonar, es muy probable que el motivo sea el exceso de temperatura.
¿Cómo saber la temperatura del procesador y otros componentes en Windows 11?
Por desgracia, Windows 11 no muestra directamente la temperatura de la CPU en su interfaz principal ni en el Administrador de tareas. Aunque puedes ver el porcentaje de uso tanto de CPU como de GPU, la temperatura solo aparece en la GPU y no en el procesador, lo que obliga a buscar otras soluciones.
Existen varios métodos para conocerla, desde opciones integradas como la BIOS/UEFI hasta aplicaciones de terceros que facilitan el seguimiento en tiempo real. A continuación te explicamos todos:
Consultar la temperatura desde la BIOS/UEFI
Uno de los métodos más sencillos para saber cómo están las temperaturas de tu CPU es acceder a la BIOS/UEFI de tu equipo. La BIOS/UEFI es una especie de menú avanzado que aparece justo después de encender el ordenador y antes de cargar Windows, donde puedes comprobar parámetros esenciales, incluida la temperatura de la CPU.
Para acceder a la BIOS/UEFI sigue estos pasos:
- Haz clic en Inicio y, manteniendo pulsada la tecla Mayús, selecciona la opción Reiniciar. Esto inicia el modo de inicio avanzado.
- En la pantalla de recuperación, selecciona Solucionar problemas y luego Opciones avanzadas.
- Elige Configuración de firmware UEFI y presiona Reiniciar.
- Cuando se inicie la BIOS/UEFI, busca una sección llamada Monitor, Salud del Sistema o similar, donde suele aparecer la temperatura del procesador.
No todas las BIOS muestran la temperatura de la CPU, y además, en ese momento el ordenador estará prácticamente en reposo, por lo que si lo que buscas es ver la temperatura real bajo carga, deberás usar otros métodos.
Aplicaciones de terceros para monitorizar la temperatura en Windows 11
Como Windows no muestra esta información de serie, las aplicaciones especializadas son tu mejor aliado. Existen varios programas gratuitos y muy fiables que te permiten ver, en tiempo real, las temperaturas del procesador, la gráfica y más, algunos con opciones avanzadas para tener esa información visible incluso mientras juegas o usas programas exigentes.
Las principales opciones recomendadas son:
- Speccy: Desarrollada por CCleaner, es una aplicación gratuita orientada a mostrarte de un vistazo todas las especificaciones de tu ordenador, incluidas las temperaturas de la CPU y otros componentes. Basta con instalarla, dejar que analice el equipo y acceder a la pestaña de CPU para ver la temperatura promedio y la de cada núcleo.
- Open Hardware Monitor: Si solo te interesa la temperatura o prefieres algo más técnico, este programa es ideal. Te muestra valores en tiempo real sobre la velocidad, voltajes y temperatura de cada núcleo, con opción de anclar la temperatura del procesador a la bandeja del sistema para tenerla siempre a la vista.
- Core Temp: Específico para monitorizar la temperatura real de la CPU, identificando posibles incrementos bruscos y alertando de situaciones peligrosas. Su interfaz es sencilla y muestra el dato que realmente importa.
- MSI Afterburner (con RivaTuner Statistics Server): Muy usado por gamers, permite ver la temperatura en pantalla mientras juegas o realizas tareas pesadas. Se puede configurar para mostrar datos en la esquina de la pantalla o en la bandeja del sistema.
Algunos equipos, como los portátiles de HP (OMEN), incorporan aplicaciones propias (OMEN Gaming Hub), y en el caso de los procesadores AMD Ryzen, existe una herramienta oficial (Ryzen Master) para monitorizar todas las métricas en tiempo real.
Cómo mostrar la temperatura de la CPU en la barra de tareas
La mayoría de las aplicaciones mencionadas permiten que la lectura de la temperatura se muestre en la barra de tareas, un método muy cómodo para estar alerta en todo momento. Por ejemplo, en Open Hardware Monitor, basta con hacer clic derecho sobre la temperatura y seleccionar “Mostrar en bandeja”. Así, tendrás el dato visible aunque tengas otras ventanas abiertas.
Esto es especialmente útil si quieres evitar sustos durante el verano, partidas intensas o mientras renderizas vídeos.
Principales causas del sobrecalentamiento y cómo prevenirlo
Monitorear las temperaturas es solo una parte del proceso. Hay que entender por qué un ordenador puede empezar a calentarse demasiado y qué puedes hacer para remediarlo. Aquí resumimos las causas más comunes y las mejores soluciones:
- Acumulación de polvo: El polvo es el gran enemigo de la refrigeración. Se acumula en los ventiladores, disipadores y rejillas, dificultando la salida de calor. Basta una limpieza regular con aire comprimido o una brocha suave para recuperar temperaturas normales.
- Pasta térmica seca o mal aplicada: Si la pasta térmica entre el procesador y el disipador ya no cumple su función, el calor se transfiere peor, y la temperatura sube rápidamente. Cambiar la pasta térmica cada cierto tiempo es fundamental para mantener el equipo en buen estado.
- Mala ventilación en la caja: Una mala circulación del aire en el interior del equipo puede hacer que el aire caliente quede atrapado. Es básico comprobar que los ventiladores funcionan y, si es posible, añadir más para mejorar el flujo.
- Procesos exigentes y programas abiertos: Cuantos más programas y procesos intensivos tengas abiertos, más calor generará el equipo. Utiliza el Administrador de tareas para cerrar lo que no estés usando y libera recursos.
- Ubicación del equipo: No coloques el ordenador cerca de paredes, cortinas o lugares cerrados que dificulten la ventilación. Un poco de espacio y zonas bien ventiladas ayudan muchísimo a bajar la temperatura.
Trucos y consejos para reducir la temperatura y mejorar el rendimiento
Mantener las temperaturas bajo control a lo largo del tiempo requiere algo más que limpiar o monitorizar. Aquí te dejamos algunos trucos prácticos avalados por expertos:
- Cambiar los perfiles de ventilación: Usando programas como SpeedFan o incluso desde la BIOS, puedes configurar los ventiladores para que suban la velocidad en cuanto la temperatura lo requiera.
- Aplicar undervolt: Si eres usuario avanzado, puedes reducir el voltaje de la CPU desde la BIOS o con programas específicos. Esto baja la temperatura y el consumo energético a costa de una ligera reducción de rendimiento, pero mejora la estabilidad sobre todo en portátiles.
- Instalar sistemas de refrigeración adicionales: Si el equipo lo permite, añadir ventiladores o incluso sistemas de refrigeración líquida puede marcar la diferencia en equipos exigentes.
- Limitar tareas simultáneas: No es recomendable tener muchos programas abiertos a la vez si tu PC es modesto. Además, cierra apps o procesos en segundo plano que no utilices.
Recuerda, además, que algunos fabricantes incluyen su propio software para controlar estos parámetros, por lo que te recomendamos revisar si tu equipo dispone de alguna utilidad específica, ya que pueden ser más precisas que las herramientas generales.
¿Cuándo actuar si la temperatura es demasiado alta?
En el momento en que notes que la temperatura supera los 80 °C de forma reiterada o que el PC empieza a dar señales de estrés (ruido, ralentizaciones, apagados inesperados), es vital:
- Limpiar física y digitalmente: Elimina el polvo, revisa ventiladores y limpia el PC de programas innecesarios que consuman recursos.
- Revisar la pasta térmica y los disipadores: Considera cambiar la pasta si hace más de dos años que no lo haces.
- Mejorar la refrigeración general: Añade ventiladores o revisa si funciona correctamente todo el sistema de enfriamiento.
- Controlar el entorno: Asegúrate de que el lugar donde está el equipo es fresco y bien ventilado.
Si tras aplicar todo esto las temperaturas no bajan, puede que haya algún fallo físico más grave y sea recomendable acudir al servicio técnico.
El mantenimiento periódico y la vigilancia preventiva son las mejores armas contra el sobrecalentamiento, ayudando a mantener un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil del equipo. Realiza revisiones periódicas, especialmente en temporadas calurosas o cuando utilizas cargas altas en tu equipo.
Controlar la temperatura del equipo en Windows 11 es más sencillo de lo que parece si sabes cómo. Aunque el sistema operativo aún no ofrece todas las opciones de forma nativa, dispones de varias herramientas y trucos que facilitan la monitorización y reducción del calor de manera efectiva. Vigila los valores clave y realiza limpieza o ajustes necesarios para garantizar un funcionamiento estable y eficiente.