Cuando más azúcar, más dulce. Cuantos más efectos visuales tenga un sistema operativo, es más atractivo visualmente. El problema lo encontramos en los equipos cuyos recursos están limitados, ya que todos y cada uno de los efectos visuales hacen uso de la gráfica y del procesador del nuestro equipo, utilizando recursos que podemos destinar al rendimiento de las aplicaciones.
Uno de los efectos más atractivos, además de las animaciones, son las transparencias. Las transparencias, muestran el fondo de escritorio de forma en los menús de Windows y en las aplicaciones compatibles, pero su consumo de recursos suele ser bastante elevado, por lo que es una fantástica idea desactivarlos si nuestro equipo a cojeando más que andando.
Desactivar las transparencias, conlleva que el rendimiento de nuestro equipo mejorará sustancialmente ya que el uso del procesador y de la gráfica se reducen a lo estrictamente necesario, que es ofrecer los recursos necesarios para que la aplicación funcione correctamente.
Para desactivar las transparencias en Windows 10 debemos realizar los siguientes pasos:
Accedemos a la configuración de Windows 10 a través del atajo de teclado Tecla Windows + i o bien accedemos a través del menú de inicio y pulsando en la rueda de engranaje que se muestra en la parte inferior izquierda de este menú.
- A continuación, pulsamos en el icono Personalización.
- Dentro de Personalización, en la columna de izquierda pulsamos en Colores.
- En la sección de la izquierda, tenemos que buscar dentro de Mas opciones la función Efectos de transparencia.
- Para desactivarlas, tan solo tenemos que desmarcar el interruptor Activado.
En ese momento, comprobarás como el fondo del menú de configuración de Windows, dejará de mostrar la imagen de fondo difuminada y pasará a mostrar el tradicional color gris que nos muestran los menús de configuración de Windows.
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