Una archivo ISO no es más que un archivo comprimido donde se encuentran todos y cada uno de los archivos necesarios para realizar una instalación junto con la estructura de los archivos correspondientes. Este tipo de formato se utiliza para sistemas operativos o para aplicaciones antiguas, aplicaciones que para instalarse necesitaban una estructura predeterminada de archivos.
Desde una unos años, los archivos de instalación de las aplicaciones están condensados en un archivo ejecutable, un archivo que se descomprime automáticamente para realizar el proceso de instalación. Si alguna vez nos encontramos con un archivo de este tipo que necesitamos abrir a continuación te mostramos cómo puedes hacerlo.
Desde que Windows 10 llegara al mercado en 2016, Microsoft incluyó un gran número de funciones que hasta el momento requerían de aplicaciones de terceros. Una de esas funciones es la posibilidad de montar archivos ISO como unidades independientes de nuestro equipo para poder instalarlas o acceder a su contenido.
Gracias a que esta función se encuentra integrada, no hace falta que instalemos ninguna aplicación de terceros para que podamos acceder a este contenido, tan solo tenemos que pulsar dos veces sobre el archivo para que se abra una nueva ventana con el contenido de la aplicación.
Una vez se ha abierto el contenido del archivo ISO, podemos instalarlo como si de un DVD o USB se tratara, copiar archivos, leer archivos… Una vez hemos acabado de trabajar con ese archivo, al reiniciar nuestro equipo este desaparecerá del Windows. Si no tenemos previsto reiniciar Windows, podemos cerrar la unidad para que deje de ocupar memoria en nuestro equipo.
Para cerrar la unidad que he montado, debemos dirigirnos al explorador de archivos, situar el ratón sobre la unidad que se ha creado al montado, pulsar con el botón derecho del ratón y seleccionar Expulsar. Ese momento, el archivo ISO que habíamos montado dejará de estar disponible al igual que todo su contenido.