Seguimso avueltas con el próximo DirectX 13, del que tanto se está hablando. Esa pieza de software que a veces parece invisible, pero que lo sostiene todo. En este artículo analizamos cómo encaja un hipotético DirectX 13 en Windows 11, además de requisitos, compatibilidad de hardware y problemas comunes.
La gracia está en que Windows 11 exige ciertos mínimos (TPM 2.0, UEFI, GPU compatible con DirectX 12 y WDDM 2.0, etc.), y por el camino hay dudas legítimas: ¿puedo reutilizar una GPU antigua?, ¿de verdad habrá un DirectX 13?, ¿cómo verifico si mi equipo cumple con todo? Vamos al lío con explicaciones claras y ejemplos reales.
DirectX 12 hoy: por qué no hay una “nueva versión” y cómo se actualiza
La versión vigente del ecosistema es DirectX 12, y desde 2021 Microsoft no ha saltado a un número nuevo. En lugar de eso, la estrategia ha pasado a ser modular: capas, extensiones y SDKs (como el Agility SDK) que llegan sin cambiar la etiqueta “12” (consulta cómo activar DirectX 12).
Si usas Windows 10 o Windows 11, ya tienes las últimas actualizaciones de DirectX a través de Windows Update. Muchos componentes se distribuyen como parte del sistema, controladores y paquetes de tiempo de ejecución, así que mantener Windows al día es la mejor receta.
Para saber qué versión tienes, lo más rápido es tirar de la herramienta de diagnóstico. Abre el menú Inicio, escribe dxdiag y ejecuta la app. En la pestaña Sistema verás “Versión de DirectX”, y si navegas por las pestañas de Pantalla/Sonido también podrás comprobar controladores y características.
Si un juego veterano te pide componentes antiguos (por ejemplo, D3DX de la era DirectX 9) y ves errores del estilo “falta d3dx9_35.dll”, la solución pasa por instalar el DirectX End-User Runtime. Es un paquete pensado para recuperar bibliotecas clásicas en equipos modernos sin tocar la versión base de DirectX que lleva tu Windows.

DirectX 13 y Windows 11: rumores, características apuntadas y compatibilidad
En los últimos meses han circulado referencias a un posible DirectX 13. Según filtraciones y avances comentados en eventos como GDC 2025 o Gamescom, se barajan varias funciones nuevas que encajarían en la evolución del renderizado moderno.
- Shader Execution Reordering (SER) 2.0, una vuelta de tuerca a lo visto en DXR de DirectX 12. La idea es reorganizar dinámicamente la ejecución de shaders y rayos para mejorar el paralelismo, lo que se traduciría en menos latencia en escenas complejas y mejor rendimiento en Ray Tracing, aprovechando mejor los núcleos de la GPU.
- Renderización neuronal, es decir, soporte nativo para redes neuronales integradas en el pipeline gráfico. Con ello sería posible un escalado de imagen más listo que DLSS/FSR/XeSS, mejora de texturas en tiempo real y simulaciones avanzadas de físicas o animaciones aprovechando nuevas unidades de IA (consulta los requisitos para ejecutar IA local).
- Advanced Shader Delivery, con la que se buscaría distribuir y cachear shaders de manera más eficiente, pensando en dispositivos portátiles, consolas u ordenadores con menores presupuestos térmicos para reducir tiempos de carga.
- Opacity Micromaps (OMMs), diseñados para acelerar geometría con transparencias (hojas, cristales, humo) sin recurrir a shaders AnyHit costosos, delegando parte del trabajo al hardware.
En cuanto al impacto, los pronósticos hablan de ganancias de eficiencia de hasta un 30% en renderizado cuando los juegos adopten plenamente la API, además de más estabilidad gracias a una mejor integración con los SDK de Microsoft. Obviamente, harán falta juegos y drivers compatibles para ver esos beneficios.
Respecto al hardware, las notas que circulan apuntan a Windows 11 (y algunas versiones de Windows 10) como plataforma soportada, con el mejor rendimiento en GPUs recientes de NVIDIA, AMD e Intel, CPUs con iGPU y unidades neuronales y almacenamiento NVMe para sacar partido a DirectStorage 2.0.

Cómo comprobar tu versión de DirectX y compartir diagnósticos
Para verificar tu versión exacta y el estado de drivers, lanza dxdiag desde el buscador del menú Inicio. En la pestaña Sistema verás la versión de DirectX; en Pantalla/Render/Sonido, detalles de controladores (WDDM, fecha, versión) y funciones como Direct3D, DXR o códecs.
Cuando abras un hilo en un foro o solicites ayuda técnica, es útil adjuntar el informe. En dxdiag pulsa “Guardar toda la información…” y obtendrás un archivo de texto con el inventario de hardware y software relacionado con DirectX, ideal para diagnosticar cuelgues, pantallazos o errores de inicialización.
Si tu objetivo es “tener lo último”, recuerda que en Windows 10 y Windows 11 las novedades de DirectX llegan vía Windows Update y a través de los controladores de tu GPU. Mantener el sistema y los drivers al día suele resolver la mayoría de incompatibilidades.
Compatibilidad de Windows 11: requisitos mínimos y funciones que piden extra
Para instalar o actualizar a Windows 11, estos son los mínimos de hardware que tu equipo debe cumplir: procesador de 64 bits con 2 o más núcleos a 1 GHz o superior, 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento, UEFI con arranque seguro, TPM 2.0, pantalla de 9 pulgadas o más con 720p y 8 bits por canal, y tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 y controlador WDDM 2.0. Se requiere conexión a Internet para actualizaciones y para completar el primer inicio en Windows 11 Home con cuenta Microsoft.
Si actualizas desde Windows 10, necesitas la versión 2004 o posterior y tener instalada la actualización de seguridad del 14 de septiembre de 2021 o más reciente. Eso asegura la ruta de migración directa sin sobresaltos. Si tienes dudas sobre compatibilidad, revisa cómo saber tu tarjeta gráfica en Windows 11 para confirmar soporte gráfico.
Además de los mínimos, algunas funciones de Windows 11 exigen hardware específico.
Si vas a usar Windows 11 en máquina virtual, configura una VM de Generación 2, con al menos 64 GB de almacenamiento, 4 GB de RAM y dos vCPU. Habilita VT‑x/VT‑d en BIOS/UEFI del host cuando toque, y usa TPM virtual 2.0 (los hipervisores modernos lo emulan incluso si el host no tiene TPM físico).
¿Puedo reutilizar una GPU antigua al pasarme a Windows 11?
Pregunta habitual: tengo pensado montar un equipo con Intel de 9ª generación y me gustaría reaprovechar mi tarjeta gráfica veterana. ¿Es viable con Windows 11? La respuesta corta: sí, siempre que tu GPU sea compatible con DirectX 12 y tenga controlador WDDM 2.0. Esa es la exigencia de Windows 11 a nivel de gráficos.
De hecho, una CPU Intel Core de 9ª generación entra dentro de las familias admitidas por Windows 11 (el corte general arranca en 8ª gen en adelante). Si tu GPU dedicada no cumple, el sistema podría tirar del controlador de pantalla básico, pero perderías aceleración y características clave, además de que ciertos juegos no arrancarían.
Por el lado del rendimiento, evidentemente una tarjeta antigua no te dará Ray Tracing avanzado ni DirectX 12 Ultimate, y puede que no soporte técnicas modernas de escalado por IA. Pero para ejecutar Windows 11 y juegos que no pidan lo último, es perfectamente válida mientras existan drivers compatibles. Consulta también la evolución de las tarjetas gráficas para entender limitaciones.
Consejo práctico: instala los controladores más estables de AMD/NVIDIA/Intel y evita, si no te compensan, betas o ramas de prueba del sistema (builds Insider) cuando detectes errores gráficos. Eso nos lleva a la siguiente sección.
DirectStorage, DX12 Ultimate y otras funciones relacionadas
Más allá de la versión base de DirectX, hay tecnologías que merecen mención por su impacto real. DirectStorage, por ejemplo, descarga en la GPU la descompresión de recursos y acelera la carga de mundos abiertos. Para notarlo de verdad, necesitas un SSD NVMe y una GPU DX12 compatible con Shader Model 6.0, además de que el juego lo soporte.
Por su parte, DirectX 12 Ultimate reúne bajo un mismo sello funciones como Ray Tracing de última generación, Variable Rate Shading, Mesh Shaders y Sampler Feedback. No es obligatorio para Windows 11, pero sí es el “listón premium” de gráficos al que se adscriben los títulos más punteros cuando el hardware acompaña.
Otra característica que aporta a la experiencia es el Auto HDR (si tu monitor lo soporta), que amplía el rango dinámico en juegos SDR. No todos los paneles HDR son iguales, así que calibra y ajusta según tu pantalla para evitar colores lavados o halos.
Y si trabajas o juegas en escenarios de captura/streaming, mantén los controladores de vídeo y audio al día, porque la pila multimedia de Windows 11 y el ecosistema DirectX tienen dependencias con códecs, filtros y extensiones que los fabricantes van puliendo.
Comprobar compatibilidad con Windows 11 y qué hacer si tu PC no cumple
Cuando un PC no es compatible, pueden aparecer errores de instalación, bloqueos o funciones que no van. A veces el sistema ni siquiera reconoce el medio de instalación; otras, se instala pero arrastra lag o fallos.
Las causas más frecuentes son claras: CPU no admitida (el punto más crítico), poca RAM, almacenamiento justo, ausencia de TPM 2.0 o falta de arranque seguro. En lo visual, también pesa no tener GPU con DirectX 12 y WDDM 2.0. Por edad del equipo, es normal que alguno de estos puntos falle.
Si no cumples, valora seguir en Windows 10 mientras tenga soporte, cambiar a otro sistema (como Linux para equipos veteranos) o actualizar componentes (CPU/placa para obtener TPM 2.0, más RAM, SSD, o GPU compatible con DX12). Depende de tu presupuesto y de lo que necesites realmente. Si optas por instalar Windows 11 en un equipo fuera de especificación, hay guías que lo explican paso a paso, como la de instalar Windows 11 en un PC no compatible.
Para verificar la preparación, revisa los requisitos oficiales, utiliza las herramientas de evaluación que propone Microsoft y asegúrate de que controladores y programas clave declaran soporte para Windows 11. Si falla algún driver, puede que toque esperar versión compatible o buscar alternativa.
Mantener Windows y los drivers actualizados, conocer tu versión de DirectX y comprobar requisitos marca la diferencia entre una experiencia fluida y una tarde entera ajustando cosas; si además te estás planteando DirectX 13, recuerda que, por ahora, todo lo relativo a esa versión se mueve entre filtraciones y objetivos técnicos plausibles, pero sin perder de vista que DirectX 12 sigue recibiendo mejoras de forma continua.