Si te preguntas cuánto dura un portátil antes de comprar uno, has llegado al artículo adecuado. En este artículo te vamos a mostrar que aspectos debes tener en cuenta a la hora de comprar un portátil y que puedes hacer para ampliar unos cuantos años más su uso.
Qué uso le vas a dar
Si estás buscando un equipo para estudiar o trabajar con aplicaciones de Office, navegar, hacer videollamadas, ver películas… podemos utilizar cualquier equipo del mercado de entre 300 y 500 euros.
Estos equipos suelen incluir un procesador Intel Celeron, procesadores mucho más económicos y con unas prestaciones más que justas pero que satisfacen las necesidades de los usuarios menos exigentes.
Si tienes la opción de encontrar un equipo económico, que incluya un procesador Intel Core i3, siempre será mejor que uno equipo con un procesador Celeron.
Pero, si tus necesidades pasan por trabajar con edición de vídeo o jugar, deberás invertir un poco más en tu equipo, equipo que debe incluir una tarjeta gráfica dedicada.
El precio de estos equipos parte de los 600 euros hasta lo que quieras gastar y están gestionados por procesadores Intel Core i5 en adelante.
Aspectos a tener en cuenta para comprar un portátil
A la hora de comprar un portátil y que nos dure unos cuantos años, debemos tener en cuenta 4 apartados:
- Procesador
- Memoria RAM
- Tipo de almacenamiento
- Ampliar componentes
Procesador
En el momento de publicar este artículo, la última generación de procesador Intel es la 12. Obviamente, los equipos con un procesador de última generación son los más caros del mercado y nos aseguran unos cuantos años a pleno rendimiento.
Si tu bolsillo no te lo permite, puedes optar por generaciones anteriores que actualmente podemos encontrar a muy buen precio, como la serie 10 o serie 11.
Estos equipos son más baratos al implementar procesadores con más de un año y dos, respectivamente, en el mercado. Ambos equipos, son compatibles con Windows 11, y probablemente también lo sean con Windows 12.
Cabe recordar que Windows 11 requiere de procesadores Intel de octava generación en adelante.
Si tu presupuesto es muy ajustado, y encuentras en equipo de las generaciones de procesadores 8 o 9, te puede hacer el papel perfectamente durante unos cuantos años.
Memoria RAM
Cuanta más memoria mejor. La cantidad mínima de memoria RAM de un portátil debe ser de 8 GB, para que funcione de la forma más fluida posible.
Aunque Windows 11 funciona sin problemas con 4 GB de RAM, en ocasiones, estas se quedan cortas y hacen que el sistema funcione más lento de lo esperado.
Tipo de almacenamiento
La mejor opción hoy en día es utilizar unidades almacenamiento SSD. Los HDD tradicionales, son más barato y ofrecen una mayor cantidad de almacenamiento.
Sin embargo, son discos físicos que utilizan una aguja que se desplaza a lo largo del disco para acceder a la información, por lo que su funcionamiento es muy más lento que una unidad de estado sólido (SSD).
Aunque los SSD son más caros y ofrecen menor almacenamiento, la velocidad a la hora de iniciar Windows o ejecutar cualquier otro programa, está a años luz de la que nos ofrecen los HDD.
Ampliar componentes
Si nuestras necesidades de potencia varían, o pueden variar a lo largo del tiempo y no tenemos el presupuesto necesario para renovar nuestro equipo, debemos tener en cuenta las opciones de ampliación de los portátiles.
La mayoría de los portátiles nos permite reemplazar la unidad de almacenamiento y ampliar la memoria RAM. Sin embargo, no todos los equipos los permiten.
Los ultrabooks, equipos muy finos y altas prestaciones, no permiten reemplazar ninguno de los componentes de su interior.
Cómo aumentar la vida de un portátil
Cambia el HDD por un SSD
Aunque tu equipo tenga unos cuantos años, cuando cambies el HDD por un SSD, verás como se quita de encima unos cuantos años y podrás seguir utilizándolo como si fuera el primer día.
La velocidad de lectura y escritura de datos de un SSD en comparación con un HDD es infinitivamente superior y te permitirá iniciar tu Windows y abrir aplicaciones en segundos, nada de minutos.
Ampliar la memoria RAM
Si amplias la memoria RAM pero no reemplazas el HDD, el cambio que notarás no será tan exagero como de cambiar un HDD por SSD, pero tu equipo lo agradecerá.
Extrae la batería
Si no utilizar tu portátil fuera de casa, o lo haces de forma esporádica, para lo único que sirve tener conectaba la batería al portátil es para que se degrade más rápidamente.
Antes de hacerlo, debes asegurarte de que esta se encuentre, como mínimo, al 80% de su capacidad.
Limpia el equipo por dentro
Los portátiles, al igual que los equipos de sobremesa, son un sumidero de suciedad. Conforme pasan los meses, en su interior se va acumulando una gran cantidad de polvo y pelusa que se fijan en los ventiladores y otros componentes del equipo.
Con el tiempo, a los componentes les cuesta más enfriarse adecuadamente y van ralentizando el equipo por el excesivo calor de su interior.
Si se calienta mucho
Los equipos con procesadores antiguos se calientan mucho, tanto que en ocasiones resulta molesto al tacto su elevada temperatura. Este problema no lo vamos a encontrar en equipos más modernos.
Si tu equipo se caliente en exceso, independientemente de si lo sometemos a mucha carga de trabajo, deberías considerar comprar una base con ventiladores para que ayude en las tareas de refrigeración del equipo.
Este tipo de bases, se colocan en la parte inferior, por lo que no son una molestia a la hora de utilizarlos en casa o en una oficina. Si llevas tu equipo de aquí para allá, es un trasto más que debes llevar encima.
Si, aun así, no consigues que el equipo baje su temperatura, deberías considerar llevarlo a un servicio técnico para que reemplace la pasta térmica.
La pasta térmica, como bien indica su nombre, se encarga de disipar correctamente el calor que genera el procesador, pasta que el tiempo va perdiendo su eficacia y, en ocasiones, afectar tanto al rendimiento que el equipo no será capaz de funcionar y se reiniciará continuamente.