Seguro que en más de una ocasión, Windows se ha puesto a instalar las dichosas actualizaciones, dichosas por lo molestas ya que siempre eligen el momento menos adecuado para instalarlas. Si habitualmente trabajamos con un portátil y nos movemos todo el día con él, lo mejor que podemos hacer es desactivar las actualizaciones automáticas.
Y digo que es lo mejor, porque seguro que cuando llega el momento de ir a casa, y le damos a pagar nuestro equipo, este se ha puesto a realizar la instalación de las últimas actualizaciones disponibles y que se han descargado mientras hacíamos uso de nuestro ordenador. Según el tipo de actualizaciones, el proceso nos puede llevar unas cuantas horas.
Afortunadamente, Windows nos permite retrasar la instalación de la actualizaciones, pero llega un momento en el que el sistema toma la decisión por nosotros y las instala. Aunque a muchos usuarios esto no les hace ninguna gracia, es la nueva forma que tiene Microsoft de mantener nuestro equipo protegido al 100% en todo momento, algo que es de agradecer, pero que debería buscar otro opción para hacerlo que fuera menos molesta.
En versiones anteriores de Windows, Microsoft nos permitía detener todas las actualizaciones para que no se instale ninguna, quedándonos así con la versión original. Para poder detenerlas por completo, debemos hacer uso de una aplicación de terceros llamada StopUpdates10.
Esta aplicación hace lo que describe su nombre, ya que evita que Windows descargue las actualizaciones y las instale, eliminando tanto las dichosas notificaciones así como las instalaciones que realiza cuando son de vital importancia y considera que tenemos que instalarla si o si en nuestro equipo.
Hay que tener en cuenta que no instalar las actualizaciones tiene un riesgo muy elevado por nuestro equipo ya que se convierte en un objetivo a cualquier nueva vulnerabilidad que se pueda detectar y que afecte a nuestro equipo.