El año pasado Microsoft se subió al tren de la Inteligencia Artificial, la tecnología que va a cambiar el mundo, de la mano de Copilot. Ahora, en 2024, sube la apuesta con Copilot Pro, una versión de pago de su bot de IA. Ante tal situación, el usuario se pregunta cuáles son las diferencias entre Copilot y Copilot Pro. Y, sobre todo, ¿merece la pena pagar?
Estas son las cuestiones que vamos a abordar en este artículo. Tanto Microsoft Copilot y Microsoft Copilot Pro son herramientas impulsadas por IA que nos pueden asistir en diversas tareas dentro del ecosistema de Microsoft 365, aunque con un nivel e impacto diferente en cada caso.
¿Qué es Microsoft Copilot Pro?
En este mismo blog ya hemos hablado anteriormente de Microsoft Copilot, el chatbot e IA de Microsoft antes conocido como Bing Chat. Un motor basado en el modelo Prometheus, que a su vez se basa en el modelo de lenguaje GPT-4 de ChatGPT.
Este «compañero de inteligencia artificial» se lanzó como una actualización gratuita de Windows 11 en septiembre de 2023 con la idea de convertirlo en un asistente de uso diario. El objetivo era que los usuarios pudieran disfrutar de una mejor experiencia con Windows 11 gracias a prodigios tales como, por ejemplo, generar imágenes a partir de palabras e ideas.
Ahora, en 2024, Copilot Pro aparece como una versión evolucionada de Copilot. Un nuevo servicio de suscripción que ha sido diseñado pensando sobre todo en los usuarios avanzados y los creadores de contenido. De esta manera, además de las ventajas propias de la versión original, se suman otras como la integración con las aplicaciones Office de Microsoft y el acceso prioritario al último modelo OpenAI. Todo eso se traduce en un rendimiento más rápido y eficiente. Aparte de esto, los usuarios profesionales pueden generar imágenes más rápidas con DALL-E 3.
En definitiva, por una suscripción mensual de 20 dólares, Copilot Pro os ofrece acceso prioritario y funciones de inteligencia artificial en Microsoft 365. ¿Vale la pena pagar por estos beneficios adicionales? Evidentemente, eso dependerá de nuestras necesidades.
Copilot vs Copilot Pro: Principales diferencias
Estos son los tres aspectos fundamentales que diferencian a Copilot (la versión básica y gratuita de la IA de Microsoft) de Copilot Pro. Cada usuario debe analizarlas bien y poner todo en una balanza para decidir si merece la pena pagar por la suscripción o no:
Usuarios objetivo de cada IA
De entrada, Copilot está dirigido principalmente a usuarios individuales. También vale para pequeños grupos de trabajo, empresas u organizaciones que desean mejorar su productividad general a la hora de utilizar Microsoft 365.
En cambio, Copilot Pro está orientado hacia grandes organizaciones, empresas de cierto tamaño, equipos de técnicos en informática y otros profesionales. Un público que demanda capacidades más avanzadas y u mayor grado de personalización.
Capacidades avanzadas
Las capacidades básicas de Copilot pueden ser suficientes para una gran mayoría de usuarios. Sin embargo, por los motivos antes expuestos, existe un público que va a optar por Copilot Pro y su lista de funciones avanzadas.
Entre estas funciones podemos mencionar algunas como las herramientas de análisis predictivo o su capacidad de lograr una mayor integración con sistemas externos. Soluciones más precisas y de mayor alcance que no se encuentran disponibles en la versión estándar de Copilot.
Precio
Por último, hay que hablar de otro aspecto que también puede marcar la diferencia, estableciendo la frontera entre ambos grupos de usuarios. Como es bien sabido, la versión básica de Copilot es totalmente gratuita.
En cambio, para acceder a las ventajas de Copilot Pro es necesario pagar una suscripción cuyo precio actual es de 20 dólares al mes (unos 18 euros al cambio). Es lo que cuesta acceder a todas sus características avanzadas y opciones de personalización, además de obtener un soporte de calidad premium.
Conclusiones
Por todo lo dicho antes, hay que concluir que la elección entre Copilot y Copilot Pro dependerá de las necesidades específicas de cada usuario. La primera alternativa es perfecta para lograr una mejora de la productividad en tareas cotidianas; la segunda, está idónea para aquellos que requieren un nivel más alto de automatización, análisis y personalización.