Un veterano de la comunidad, conocido como Kurtjmac, ha culminado una proeza que parecía imposible: llegar a las míticas Far Lands tras 14 años caminando en Minecraft. Lo ha hecho sin atajos, con paciencia y constancia, en una travesía que se ha convertido en referencia para millones de jugadores.
Su andadura, enmarcada en el proyecto Far Lands or Bust, ha sido mucho más que una aventura personal: documentó cada paso en YouTube y Twitch, mantuvo la partida en una versión antigua del juego y convirtió el viaje en una iniciativa con impacto benéfico real.
Qué son las Far Lands y cómo se originaron
Las llamadas Far Lands no son un bioma secreto, sino el resultado de un fallo en el algoritmo de generación de las primeras versiones. A unos 12,5 millones de bloques del punto de inicio, el terreno se deforma y aparecen estructuras imposibles, una especie de muralla caótica que fascinó a la comunidad, secretos y misterios de los videojuegos hasta que la Beta 1.8 lo corrigió.
Para mantener vivo ese objetivo, Kurtjmac jugó en la Beta 1.7.3, la última versión en la que el fenómeno seguía activo. En términos reales, el trayecto equivale a unos 12.500 kilómetros (cada bloque es un metro), una distancia que pone en perspectiva la magnitud de esta odisea digital.
Una travesía de más de una década
La idea arrancó en 2011 y fue creciendo capítulo a capítulo hasta superar los 800 episodios. La llegada se produjo un 4 de octubre, durante el día 69 de un subathon benéfico, cuando empezaron a dibujarse en el horizonte las formaciones flotantes características de las Tierras Lejanas.
El hito quedó marcado cerca de las coordenadas 12.550.821, en una partida sin mods ni comandos, siempre «a pata», sin teletransportes y con la misma regla desde el principio: avanzar en una sola dirección hasta chocar con los límites del viejo algoritmo.
Impacto benéfico y una comunidad volcada
Más allá del reto técnico, el proyecto convirtió cada directo en una oportunidad para recaudar fondos solidarios. Con el apoyo de su audiencia, la cifra superó los 500.000 dólares, con donaciones a entidades como Child’s Play, Direct Relief, PAWS o Equal Justice Initiative.
El alcance del viaje trascendió el videojuego: la constancia de Kurtjmac y la generosidad de su comunidad le han valido reconocimientos públicos, incluido uno de Guinness World Records vinculado a la dimensión caritativa de la serie.
Por qué este hito importa
En una época de recompensas instantáneas, esta aventura demuestra que aún hay sitio para metas a muy largo plazo dentro de los mundos virtuales. La mezcla de exploración, divulgación y caridad ha convertido a Far Lands or Bust en un fenómeno cultural sostenido en el tiempo.
Conviene recordar que, en las ediciones actuales del juego, las Far Lands ya no existen: el fallo fue arreglado en Beta 1.8. Por eso, la hazaña de Kurtjmac es también una cápsula histórica de Minecraft y un ejemplo de cómo preservar y explorar versiones clásicas con un objetivo claro.
Datos clave del viaje
A modo de referencia, estos son los puntos más relevantes que ayudan a entender el alcance del logro y su contexto dentro del juego y la comunidad, con detalles técnicos y sociales que le dan sentido a la gesta:
- Versión utilizada: Minecraft Beta 1.7.3 (el error fue corregido en Beta 1.8).
- Destino: Far Lands a ~12,5 millones de bloques del spawn.
- Distancia recorrida: equivalente a unos 12.500 km.
- Método: sin mods ni teletransporte; avance en una sola dirección.
- Serie: Far Lands or Bust, con más de 800 episodios publicados.
- Caridad: más de 500.000 dólares recaudados en Twitch y YouTube.
La reacción y lo que viene ahora
La comunidad ha respondido con una mezcla de nostalgia y admiración por un recorrido que muchos han seguido desde los primeros episodios. Para numerosos fans, se trata de un pedazo de la historia de los videojuegos que simboliza paciencia y compromiso a contracorriente del consumo rápido de contenido.
Kurtjmac ha dejado claro que su idea no termina aquí: ahora que ha llegado, quiere explorar las propias Far Lands, documentar sus rarezas y seguir compartiendo con su audiencia lo que encuentre en esos paisajes imposibles.
Lejos de ser una anécdota, esta caminata de 14 años concentra técnica, comunidad y solidaridad: una prueba de que, con un objetivo firme y el apoyo adecuado, los mundos virtuales pueden inspirar logros reales y dejar huella tanto dentro como fuera del juego.
