Si alguna vez has necesitado una fotografía rápida y fiable del estado gráfico y de sonido de tu PC, el comando dxdiag es tu mejor aliado. En cuestión de segundos, esta herramienta muestra un informe muy completo del sistema y de los componentes que interactúan con DirectX. No requiere instalaciones ni configuraciones complicadas: ya viene integrada en Windows y se ejecuta con un par de clics.
Además de ser una vista centralizada del hardware y los controladores implicados en la aceleración multimedia, DxDiag facilita la vida cuando hay que pedir ayuda o validar compatibilidades. Puedes usarlo para comprobar la versión de DirectX, confirmar que tus drivers están firmados digitalmente e incluso exportar toda la información para compartirla con soporte técnico o en foros especializados. Es una utilidad sencilla, pero tremendamente práctica para juegos y aplicaciones que usan aceleración 3D y audio.
Qué es DxDiag y cómo ejecutarlo
DxDiag es la herramienta de diagnóstico incluida con DirectX, el conjunto de APIs de Microsoft para gráficos, sonido y multimedia en Windows. En el ámbito del 3D existen otras APIs en el mercado, como Vulkan, pero el enfoque de DxDiag es mostrar el estado del ecosistema DirectX en tu equipo. Gracias a que forma parte del sistema operativo, no hay que instalar nada adicional: está disponible de serie en las versiones modernas de Windows.
Para abrirla, basta con escribir «dxdiag» en el buscador del menú Inicio y seleccionar el resultado. También puedes pulsar Inicio → Ejecutar, escribir dxdiag y aceptar. En ocasiones, al iniciarse aparecerá un aviso que pregunta si deseas verificar si los controladores están firmados digitalmente; lo recomendable es confirmar que sí, porque así el informe reflejará si los drivers cumplen con las firmas. En segundos, verás la ventana principal con varias pestañas agrupando la información. El acceso es inmediato y la interfaz, clara.
Qué información muestra DxDiag
La herramienta se centra en los elementos que participan en la aceleración multimedia: GPU, controladores gráficos, salidas de sonido y dispositivos de entrada, todo ello en relación con DirectX. Por eso verás una gran cantidad de detalles sobre la tarjeta gráfica y sus drivers, mientras que sobre CPU, RAM o placa base ofrece una ficha más general. Prioriza lo relevante para juegos y multimedia.
La información se organiza en pestañas: Sistema, Pantalla (o Vídeo), Sonido y Entrada. Cada una presenta, además, un área de «Notas» que advierte si se ha detectado algún problema. En el caso de displays y audio, encontrarás tantas pestañas como monitores y dispositivos de sonido activos tengas conectados. Facilita ubicar datos clave sin necesidad de navegar por menús complejos.
Pestaña Sistema
Es el panel de bienvenida y resume lo esencial del equipo: fecha y hora cuando se abrió la herramienta, nombre del equipo, versión y edición de Windows, y configuración regional e idioma. Esto permite contextualizar cualquier prueba o log que compartas: fecha de captura y entorno exacto del sistema en un vistazo.
También encontrarás detalles relacionados con la placa base: el fabricante del sistema (normalmente el ensamblador u OEM), el modelo (que puede coincidir con la placa base en equipos montados por piezas) y la versión del BIOS/UEFI. Estos datos son útiles para comprobar si tienes un firmware actualizado o para identificar el hardware de cara a soporte. Fabricante, modelo y BIOS aparecen claramente listados.
La CPU aparece con su denominación comercial, el número de hilos lógicos (subprocesos) y la velocidad base. No es un benchmark, pero te ayudará a confirmar el procesador instalado y sus capacidades. Para diagnósticos de rendimiento necesitarás otras herramientas, pero aquí sabrás al instante qué chip montas. Modelo, hilos y frecuencia base quedan registrados.
En memoria, DxDiag informa de la cantidad de RAM total disponible. También ofrece el tamaño de los archivos de paginación y su uso, lo que puede dar pistas cuando faltan recursos. Remata la ficha con la versión de DirectX detectada por el sistema, crucial para saber si un juego o app podrá aprovechar las últimas funciones. RAM, paginación y versión de DirectX se muestran sin rodeos.
Pestaña Pantalla (Vídeo)
Esta sección se multiplica por cada monitor conectado. En el bloque «Dispositivo» verás el modelo exacto del procesador gráfico y el total de memoria dedicado y compartido. Justo debajo aparece información de la pantalla: resolución actual y frecuencia de actualización. Si algo no cuadra con lo que esperas (por ejemplo, una tasa de refresco inferior), aquí lo detectarás al momento. GPU, VRAM, resolución y Hz quedan al detalle.
El apartado «Controladores» recoge la versión de los drivers instalados, las fechas de los archivos y compatibilidades soportadas. DxDiag indica, por ejemplo, los niveles de Direct3D disponibles, incluyendo las ediciones más modernas como DirectX 12 Ultimate (también referenciado como 12.2 en algunos listados de compatibilidad). Si tienes que comparar requisitos de un juego con las capacidades del sistema, la compatibilidad de Direct3D es oro.
Finalmente, verás un bloque de «Características de DirectX» con opciones habilitadas/soportadas, y una caja de Notas que avisa de incidencias. Si DirectX detecta un problema con el dispositivo (por ejemplo, un driver sin firmar o una característica deshabilitada), lo informará aquí. Las notas actúan como semáforo ante posibles conflictos.
Pestaña Sonido
Al igual que con las pantallas, esta pestaña se replica por cada salida o dispositivo de audio presente en el equipo. En el área de «Dispositivo» verás la identificación y propiedades básicas de la salida; y en «Controlador» se enumeran versión y detalles del software que la gestiona. Es especialmente útil cuando alternas entre auriculares USB, HDMI del monitor y altavoces. Cada salida de audio tiene su ficha clara y separada.
También se incluye la sección de «Notas» para avisar de errores detectados por la herramienta de diagnóstico. De nuevo, si el driver no está correctamente firmado, falta algún fichero o hay una incompatibilidad, la alerta te guiará hacia la causa. Los avisos ayudan a acotar fallos de sonido rápidamente.
Pestaña Entrada
En este apartado se listan los dispositivos que actúan como periféricos de entrada: teclados, ratones, micrófonos, controladores, capturadoras de vídeo y similares. Además, encontrarás un desplegable con la estructura de los puertos y hubs USB, lo que facilita ver cómo están conectados físicamente. Si un dispositivo no responde o aparece duplicado, el árbol USB es una pista valiosa.
Exportar y compartir un informe de DxDiag
El gran as en la manga de DxDiag es que permite guardar todo el informe en un archivo. En la esquina inferior derecha de la ventana verás el botón «Guardar la información» o «Guardar toda la información…» según la versión. Al pulsarlo, puedes exportar los datos a un archivo de texto (.txt) o a un XML, ideal para adjuntar en consultas técnicas. Informe completo y portable.
Este informe es muy práctico para dos escenarios: validar que tu PC cumple los requisitos de un software y solicitar asistencia cuando algo falla al ejecutar juegos o aplicaciones 3D. Tanto el personal de soporte como la comunidad técnica suelen pedirlo para ubicar conflictos de drivers, versiones o dispositivos. Compartir DxDiag ahorra preguntas y acelera diagnósticos.
De hecho, más allá del soporte oficial, hay comunidades entusiastas donde compartir el resultado de DxDiag es habitual para ayudar a otros usuarios. Foros y espacios como los de la PC Master Race (PCMR) reúnen a gente con todo tipo de equipos: desde quienes están montando su primer PC hasta veteranos que optimizan cada detalle. No hace falta tener un pepino de ordenador para participar; importa el interés por la informática y el buen ambiente para aprender y disfrutar. En esas comunidades se celebra la tecnología, el conocimiento y las buenas prácticas, y subir tu informe de DxDiag a menudo es el primer paso para recibir ayuda útil.
Cómo comprobar la versión de DirectX con DxDiag
Si lo que te interesa es conocer exactamente qué versión de DirectX tiene tu Windows, la ruta es corta y precisa. Abre dxdiag (desde el buscador del menú Inicio o con Inicio → Ejecutar → dxdiag), espera a que cargue y entra en la pestaña Sistema: en «Información del sistema» verás la línea con la versión de DirectX. El dato más fiable para confirmar compatibilidad.
- En el cuadro de búsqueda de la barra de tareas escribe dxdiag y abre el resultado.
- En la ventana de la herramienta, entra en la pestaña Sistema.
- Localiza la entrada de versión de DirectX dentro de Información del sistema.
Si Windows muestra un mensaje indicando que no encuentra dxdiag, suele ser indicio de que el sistema tiene una versión muy antigua de DirectX (por debajo de 6, como DirectX 5.0 o anterior). En ese caso, conviene actualizar cuanto antes. La ausencia de dxdiag apunta a DirectX desactualizado.
Actualizar DirectX en Windows
Para las versiones modernas del sistema, no hay complicación: Windows Update es el mecanismo recomendado para recibir mejoras y componentes de DirectX. En Windows 10 y Windows 11, la versión más reciente de DirectX se entrega mediante las actualizaciones del propio sistema, por lo que no necesitas instaladores manuales. Tener Windows al día mantiene DirectX actualizado.
Si trabajas con un equipo veterano, o te encuentras con limitaciones para ejecutar dxdiag, Microsoft mantiene documentación histórica sobre descargas de DirectX. En su base de conocimiento (Knowledge Base) encontrarás referencias como el artículo 179113, que explica cómo obtener e instalar DirectX en sistemas más antiguos. Naturalmente, siempre que sea viable, la recomendación es actualizar el sistema operativo para obtener mejoras de seguridad y compatibilidad. Actualizar el sistema y sus parches asegura la mejor experiencia de DirectX.
DxDiag sirve para tener controlado lo que de verdad importa en juegos y multimedia: versión de DirectX, controladores gráficos y de audio, dispositivos en uso y posibles alertas. Con su informe exportable, con pestañas intuitivas y con integración total en Windows, la herramienta ahorra tiempo a la hora de resolver problemas, validar requisitos y compartir información técnica en soporte o en comunidades. Funciona como un comodín imprescindible que conviene conocer y tener a mano.
