En los últimos días está teniendo lugar una agria polémica sobre ciertos equipos que tienen Windows 10 y que están totalmente bloqueados al usuario y dueño del dispositivo. La primera alarma sonó cuando un usuario con un ultrabook de Lenovo intentaba instalar Linux en su equipo. Tras no poder, lo preguntó en un foro y poco a poco se fue viendo la problemática que los equipos de Lenovo con Windows 10 creaban. Sobretodo bloqueados para la instalación de otros sistemas operativos como Gnu/Linux. Es por lo cual muchos afirman que Microsoft es algo hipócrita con las proclamas de amor hacia Linux.
Lo cierto es que durante el día de ayer, Lenovo a través de un comunicado advirtió que tal situación en sus equipos se debe a órdenes de Microsoft. Pero hoy Microsoft ha salido al paso y ha informado sobre toda la situación del problema.
Al parecer el problema de Linux con los equipos con Windows Signature Edition viene dado por los dirvers y firmware que utiliza el sistema de discos RAID, sistema cuyo firmware no se encuentra en Gnu/linux y si en Windows 10. Es por ello que en otros sistemas que no son de Lenovo si que se puede instalar Linux. Es sólo cuestión de drivers, afirma Microsoft.
El problema del bloqueo de Linux radica en la falta de firmware y drivers por parte de los sistemas Linux
Pero lo cierto es que a pesar de esta aclaración, de la cual estoy totalmente de acuerdo, aún hay elementos que no explican todo como el hecho de que el bash de Ubuntu no pueda funcionar en estos sistemas, algo que debería de ocurrir si realmente el problema viene dado por falta de drivers. En cualquier caso, según se van conociendo los detalles de la polémica, más claro queda que el problema viene provocado por Lenovo y no por el propio sistema operativo de Microsoft, aunque también se pone en evidencia algunos problemas de Microsoft.
En cualquier caso, según Microsoft Windows 10 es totalmente compatible con Linux y el problema de Lenovo se solucionará con el tiempo, es decir, con actualizaciones del Kernel de Linux.