
Medir y entender el tiempo de encendido de Windows 11 no es solo una curiosidad: es una señal de salud del sistema y una ventana directa para detectar cuellos de botella, controladores problemáticos o software que enlentece el arranque. Si alguna vez te has preguntado si puedes bajar de los 10–12 segundos típicos o por qué tu equipo tarda más de la cuenta, aquí tienes una guía práctica y muy completa.
Además de cubrir métodos rápidos como Administrador de tareas, PowerShell, CMD, Visor de eventos, Monitor de rendimiento o el estado del adaptador de red, vamos a profundizar en la medición “seria” con Windows Assessment Toolkit (WAC) y el análisis detallado con Windows Performance Analyzer (WPA). Todo está explicado paso a paso, con trucos y advertencias para que puedas afinar tu arranque y comprobar con precisión cada fase que lo compone.
¿Qué significa “tiempo de encendido” y por qué importa?
Cuando hablamos de medir el arranque de Windows 11 nos referimos al intervalo entre el fin de la inicialización del BIOS/UEFI y el momento en que el sistema está utilizable, incluyendo tareas en segundo plano tras mostrar el escritorio. Este tiempo es un excelente indicador de configuración ineficiente, conflictos de dispositivos, servicios pesados o incluso malware.
Durante la vida útil del PC, comprobar periódicamente este indicador ayuda a detectar regresiones. Si el arranque empeora sin motivo aparente, probablemente se deba a un driver, un servicio de terceros o una aplicación de inicio que conviene revisar o posponer.
Expectativas realistas: ¿es posible arrancar en menos de 5 segundos?
Con hardware moderno (por ejemplo, Intel Core i5‑13600K, SSD NVMe de 1 TB de Kingston con lecturas de ~3.7 GB/s, 16 GB DDR5 y una GPU como la RTX 3070 Ti) el arranque de Windows 11 puede ser muy rápido. Aun así, bajar de 5 segundos “puros” desde el encendido hasta el escritorio plenamente operativo es poco realista por un motivo clave: la fase de BIOS/UEFI no depende de Windows y añade su propia inicialización de dispositivos (GPU, RAM, PCIe, USB, red, etc.).
Por eso, incluso equipos muy potentes suelen moverse en entornos de 10–12 segundos en instalaciones limpias. Con optimización y el uso de Inicio rápido (Fast Startup), puedes acercarte a cifras muy bajas una vez pasado el BIOS, pero la suma total rara vez baja de esos 5 segundos en un uso cotidiano.
Medición profesional con Windows Assessment Toolkit (WAC)
Windows Assessment Toolkit integra una evaluación específica para el Inicio rápido (Fast Startup) que cuantifica con precisión qué controladores, dispositivos y procesos afectan a la reanudación y al tiempo de arranque. Es la base de un diagnóstico serio y comparable entre equipos o configuraciones.
Paso a paso: crear y ejecutar la evaluación
- Abre la Windows Assessment Console (WAC) desde el menú Inicio. Es la puerta de entrada a todas las evaluaciones.
- En el menú Opciones, elige Nuevo trabajo… y escribe un nombre identificable, por ejemplo FastStartupTest. Selecciona “Crear un trabajo personalizado” para controlar las pruebas.
- Haz clic en Agregar evaluaciones y añade la de Rendimiento de arranque (Inicio rápido). Es la evaluación clave para esta guía.
- Selecciona la evaluación y desmarca Usar la configuración recomendada. Activa Habilitar diagnósticos de Hiberfile. Así podrás analizar qué páginas de memoria contribuyen al tamaño del archivo de hibernación.
- Elige si quieres Empaquetar el trabajo (para ejecutarlo en otro equipo) o Ejecutarlo directamente. Para este caso, haz clic en Ejecutar y espera a que finalice.
Visualizar resultados y comparar con una línea base
Al terminar, WAC genera un informe en XML. La lectura comparada entre tu informe local y una línea base limpia de Windows con controladores completos te permite ver el impacto de software y drivers añadidos.
- En WAC, abre Opciones > Abrir resultados… (o pulsa CTRL+R). Es el acceso directo a los informes XML.
- Selecciona el archivo de línea base (por ejemplo FastStartup_Baseline.xml) y tu informe local a la vez. Se abrirán en paralelo para comparar métricas.
Ten en cuenta que las entradas concretas variarán según tu equipo. Lo importante es el contraste entre tu estado actual y un escenario limpio para localizar regresiones.
Métricas esenciales del informe de Inicio rápido
El informe muestra los tiempos por fases y componentes. Conviene fijarse en estas métricas “macro”, que luego podrás expandir para ver submétricas:
- Duración del apagado (s): mide cuánto tarda el PC en apagarse. Un apagado lento puede arrastrar problemas a la siguiente reanudación.
- Duración de inicialización del BIOS (s): tiempo que emplea el firmware antes de ceder el control a Windows. No tiene diagnóstico desde WAC, pero impacta en la percepción global.
- Arranque total (s) : tiempo desde el fin del BIOS hasta el escritorio y estado utilizable. Es el núcleo del rendimiento de Windows.
Las evaluaciones suelen repetir la carga de trabajo varias veces. En Inicio rápido lo habitual son 3 iteraciones. Si quieres ver cada una, haz clic derecho sobre el nombre del equipo en el encabezado de columnas y activa Mostrar iteraciones. Compararlas te ayuda a identificar variaciones esporádicas.
Ruta de acceso principal y Post On/Off
dos subfases se muestran dentro de “Arranque total”: expande para verlas.
- Duración del arranque de la ruta de acceso principal: va desde el fin de la inicialización del BIOS hasta que el escritorio aparece. Es el tiempo que más se percibe por el usuario.
- Duración de Post On/Off: actividades de cierre del arranque una vez mostrado el escritorio. Si aquí hay consumos altos, la respuesta del sistema puede parecer torpe durante algunos segundos.
En ambas secciones puedes hacer clic en el botón de contenido adicional para desplegar detalles y ver procesos por fase, consumo de CPU o disco, y ordenar descendente para centrarte en lo peor. Así localizas “los culpables” con rapidez.
Reanudación de dispositivos: localizar controladores lentos
Un clásico de los arranques lentos son los drivers que tardan en reanudarse. En el informe, busca la métrica Resume Devices Duration (Reanudar duración de dispositivos), expándela y navega a Procesos por fase.
- Ordena la vista por duración descendente. Los dispositivos de arriba son tu primera línea de investigación.
- Comprueba si hay patrones (por ejemplo, audio, Wi‑Fi, GPU) que coincidan con drivers desactualizados o con conflictos de energía.
Si detectas un dispositivo con reanudación especialmente lenta, actualiza su controlador desde el fabricante, revisa la configuración de energía o prueba controladores previos. Es habitual ganar segundos solo con esta acción y con herramientas como Process Explorer.
Tamaño del Hiberfile y su impacto
El archivo de hibernación (hiberfile) guarda el estado para el Inicio rápido. Su tamaño y el tiempo de lectura influyen directamente en lo que tarda el sistema en volver a la vida.
- Expande Hiberfile Read Duration y revisa el Tamaño de Hiberfile. A más tamaño, más datos que leer y, por tanto, más tiempo.
- Para estimar el rendimiento de lectura, divide Tamaño del Hiberfile por la Duración de lectura. Si la cifra difiere mucho de las especificaciones del SSD, sospecha de drivers o del almacenamiento del BIOS/UEFI.
- Abre Diagnósticos de Hiberfile para entender qué páginas de memoria lo engordan (servicios, drivers, etc.). Reducir servicios residentes baja el tamaño y acelera la lectura.
Post On/Off: qué pasa tras ver el escritorio
El valor Post On/Off Duration recoge lo que tarda el sistema en alcanzar estado ocioso tras mostrarse el escritorio. Si tu PC “se arrastra” justo después de entrar, seguramente el problema esté aquí.
- Despliega Duración de publicación/desactivación (milisegundos) y luego Procesos por fase. Localiza procesos con consumo elevado ordenando de mayor a menor.
- Valora posponer o quitar del inicio software que más impacta (sin sacrificar seguridad). Menos tareas aquí = equipo utilizable antes.
Abrir el seguimiento en Windows Performance Analyzer (WPA)
La evaluación de Inicio rápido genera varias capturas ETL. WPA te permite investigar pilas y eventos con mucho detalle.
- Cursos (warm‑ups): reinicia hasta seis veces para “calentar” caches y optimizaciones del sistema. Asegura coherencia en mediciones posteriores.
- Control de tiempo: iteraciones (por defecto 3) sobre las que se promedian las métricas del XML. Son la base del informe.
- Análisis: un único seguimiento con eventos exhaustivos para diagnóstico fino. Archivo más grande y muy útil para expertos.
- En la tabla del informe, haz clic en el encabezado. A la derecha verás los vínculos a los ETL.
- Elige Seguimiento de análisis y se abrirá en WPA. Desde aquí ya puedes inspeccionar CPU, I/O, drivers y latencias con lupa.
Métodos rápidos para ver el tiempo activo y el último arranque
Además del enfoque con WAC/WPA, Windows 11 ofrece varias vías muy útiles para ver tiempo activo (uptime) y el momento del último arranque. Estos métodos son ideales para comprobaciones rápidas o para cruzar datos.
Administrador de tareas
- Abre con Ctrl + Shift + Esc. Ve a Rendimiento > CPU y fíjate en Tiempo activo. Refleja el tiempo desde el último arranque o reinicio.
Si desactivas o activas Inicio rápido el tiempo activo puede no corresponder 1:1 con encendidos “en frío”. Tenlo en cuenta al interpretar resultados.
Estado del adaptador de red
- Abre “Ver conexiones de red” desde el Panel de control. Haz doble clic en tu adaptador activo.
- Comprueba la Duración. Suele aproximarse al tiempo desde el arranque si no cambias de red. Es un atajo rápido y visual.
CMD: WMIC y Systeminfo
- Abre CMD como administrador y ejecuta:
wmic path Win32_OperatingSystem get LastBootUpTime. Verás un sello de fecha y hora del último arranque. - También puedes usar:
systeminfo | find "System Boot Time"(o en sistemas en español,systeminfo | find "Tiempo de arranque del sistema"). Es directo y muy práctico.
Aunque WMIC está en desuso en versiones recientes, sigue siendo útil para una consulta rápida del último arranque.
PowerShell
- Ejecuta como administrador y usa:
(Get-Date) - (gcim Win32_OperatingSystem).LastBootUpTime. Obtendrás el uptime con formato detallado (días, horas, min, seg). - Para ver inicio de sesión:
Get-EventLog -LogName Security | Where-Object {$_.EventID -eq 4624} | Select-Object TimeGenerated. Sirve para cruzar uso real de sesión con arranque. - Para suspensiones y reanudaciones:
Get-EventLog -LogName System | Where-Object {$_.EventID -eq 1} | Select-Object TimeGenerated. Te ayuda a reconstruir la actividad del equipo.
Visor de eventos
- Abre Visor de eventos y entra en Registros de Windows > Sistema. Filtra por ID 1 para ver transiciones de energía.
- En Registros de Windows > Seguridad, filtra por ID 4624 para inicios de sesión. Es ideal para cuantificar el tiempo de uso real.
- Otra pareja útil es 6005/6006 (inicio/cierre de servicio de registro de eventos). Comparándolos estimas periodos de funcionamiento.
Monitor de rendimiento
- Abre Ejecutar (Windows + R) y escribe perfmon. Entra en Herramientas de supervisión > Monitor de rendimiento.
- Pulsa el botón “+”, busca Sistema > Tiempo de actividad del sistema, añade el contador y acepta. Verás en tiempo real el uptime desde el arranque.
Systeminfo y SleepStudy para energía
- Con CMD:
systeminfo | find "System Boot Time"(o su equivalente en español). Rápido y legible. - Para un informe de energía y estados de suspensión:
powercfg /sleepstudy. Genera un HTML con datos valiosos sobre actividad/inactividad.
Configuración: uso de batería y tiempo de pantalla
- Ve a Configuración > Sistema > Energía y batería, entra en Uso de la batería y selecciona Últimos 7 días. Aquí verás tiempo de pantalla por día y por aplicación.
No es el tiempo de arranque, pero complementa el análisis con una foto del uso real y apps más activas.
Microsoft Family Safety (para menores u otros miembros)
- Desde la web de Family Safety crea tu grupo familiar, invita a los miembros y, una vez acepten, consulta el tiempo de pantalla asociado a sus dispositivos Windows.
- Puedes establecer límites y restricciones de uso por dispositivo o aplicación. Ideal para gestionar hábitos en casa.
Ajustes que influyen en el tiempo de arranque y consejos prácticos
Al margen de medir, hay ajustes y hábitos que aceleran el arranque en el tiempo de encendido y en la “sensación” de velocidad tras iniciar sesión.
- Elementos de inicio: desde el Administrador de tareas, pestaña Inicio, deshabilita lo que no sea esencial (por ejemplo, Adobe Creative Cloud). Menos procesos al arrancar = escritorio utilizable antes.
- Drivers al día: mantén actualizados los controladores de chipset, almacenamiento, GPU, audio, red. Controladores obsoletos suelen penalizar “Resume Devices”.
- Actualizaciones de BIOS/UEFI: aunque WAC no analice el BIOS, un firmware reciente puede reducir la inicialización o resolver problemas de dispositivos.
- Reinicios programados: si dejas el PC días sin apagar, programa reinicios en horas valle. Evitar uptimes eternos ayuda a liberar memoria y procesos atascados.
- Salud térmica y energía: vigila temperaturas y plan de energía. Un sistema caliente o en modo ahorro agresivo puede comportarse peor al reanudar.
Sobre herramientas no oficiales de activación
Algunos sitios sugieren “activadores KMS” para Windows 11. No es una práctica legal ni segura, puede vulnerar licencias, exponer tu equipo a malware y afectar a la estabilidad. Si tu Windows no está activado, usa canales oficiales de Microsoft o licencias legítimas del fabricante. Evitar software de activación no autorizado es parte de mantener un arranque limpio y predecible.
Casos prácticos: cómo interpretar tus hallazgos
Imagina que comparas línea base vs tu informe y ves 18–20 segundos de diferencia en “Arranque total ”. Expande la ruta principal: ¿la mayoría del tiempo se va en lectura de hiberfile? Quizá el hiberfile está muy grande: reduce servicios residentes, revisa software de seguridad con filtros en tiempo real o desactiva temporalmente el Inicio rápido para confirmar el diagnóstico.
Si el problema está en Resume Devices, ordena por duración y ataca los primeros de la lista con actualización de drivers o revisando conflicto de energía (por ejemplo, desactivando “permitir que el dispositivo reactive el equipo” si procede). Pequeñas mejoras aquí suman segundos totales.
Cuando “Post On/Off” se dispara, mira “Procesos por fase”. Deshabilitar sincronizadores agresivos, iniciadores de juegos, utilidades de GPU o “helper apps” puede convertir un escritorio torpe en uno reactivo a los pocos segundos. La percepción de velocidad mejora mucho reduciendo esta fase.
¿Qué hardware influye más en un arranque rápido?
El almacenamiento sólido NVMe es clave, pero no lo es todo. Un SSD rápido (3.7 GB/s) leerá el hiberfile con soltura, sí, pero si el archivo es enorme o el driver de almacenamiento no rinde, pierdes la ventaja. La RAM DDR5 ayuda en cargas post‑arranque y la CPU moderna acelera descompresiones y tareas en segundo plano, pero los controladores y los servicios siguen siendo los grandes determinantes del tiempo real.
La inicialización de la GPU dedicada y de dispositivos PCIe también suma milisegundos previos a Windows. En placas base modernas, una UEFI bien configurada (arranque rápido, CSM desactivado si procede, orden de arranque limpio) puede recortar la fase previa al SO. Conviene revisar ese apartado si la BIOS tarda demasiado.
Buenas prácticas de mantenimiento
- Mantén limpio el inicio con una revisión mensual del Administrador de tareas.
- Escanea malware si aparecen regresiones bruscas de arranque sin cambios conscientes.
- Evita uptimes de muchos días; reinicia con cierta frecuencia para refrescar servicios y memoria.
- Haz puntos de restauración antes de grandes cambios (drivers/BIOS) para volver atrás si algo empeora.
Con estas técnicas puedes medir con precisión el tiempo de encendido de Windows 11 y, lo que es más importante, entender por qué tarda lo que tarda. WAC y WPA te dan el bisturí fino; los métodos rápidos (Task Manager, PowerShell, CMD, Visor de eventos, perfmon) completan la foto. Si optimizas elementos de inicio, mantienes drivers y firmware al día y vigilas el tamaño del hiberfile, tu arranque será más corto y predecible, y el escritorio estará listo antes para ponerte a trabajar.