Puede que hayas tenido un problema con tu ordenador y que la única manera de que se solucione es volviendo a su configuración inicial. Esto es algo que los usuarios temen. Ya que en muchos casos supone perder datos o tener que hacer copias de seguridad. Pero en Windows 10 tenemos una manera de hacerlo sin perder ninguno de nuestros datos personales.
Gracias a esta opción vamos a dejar el ordenador como si acabara de salir de la fábrica. Pero no vamos a perder ninguno de los datos que haya en el mismo. De esta manera, al restablecer Windows 10 vamos a dar solución a los problemas que había en el equipo, pero sin perder información.
En primer lugar tenemos que acudir a la configuración del sistema. Una vez dentro tenemos que buscar el apartado de actualizaciones y seguridad. A continuación entramos en este apartado.
Cuando hemos entrado en este apartado, vemos que en la parte izquierda hay una columna con diversas opciones. Tenemos que buscar una opción llamada «Recuperación». Una vez la hemos localizado, pinchamos en la misma y vemos que la pantalla va a cambiar.
Nos salen a continuación las opciones de recuperación en Windows 10. Veréis que la primera de las opciones que nos sale es la de restablecer el PC. En ella nos sale un texto que nos indica un poco en qué consiste esta función y justo debajo tiene un botón que nos permite comenzar con el proceso.
Cuando pinchamos en este botón de comenzar nos sale entonces un cuadro en la pantalla. En el mismo se nos pregunta cómo queremos llevar a cabo este proceso. Si queremos mantener los archivos que hay en el ordenador o si queremos quitar todo. En este caso queremos mantener los archivos que hay en el equipo. Por tanto, seleccionamos esta opción.
Una vez hemos pinchado en esta opción, la siguiente ventana nos recuerda que todas las aplicaciones se van a borrar. Algo que ya sabemos, pero que Windows 10 se encarga de recordarnos. Por tanto, le damos a siguiente y estamos ya en el último paso. Simplemente nos queda darle a restablecer y el proceso comenzará.
La duración de este proceso depende de cada ordenador. Por lo que no hay un tiempo que se considere normal. Simplemente deja que el ordenador haga su proceso. Si tienes un portátil, asegúrate de que lo mantienes conectado a la corriente en todo momento.