¿Existen alternativas a la nube para guardar tus archivos? Claro que sí, y en estos tiempos en los que tanto los hackers como la Inteligencia Artificial (IA) parecen extender sus tentáculos por todo lo que está online, el almacenamiento privado de información se vuelve cada vez más importante.
Si quieres proteger tus datos de las miradas indiscretas, es momento de que conozcas alternativas sólidas y confiables al almacenamiento en la nube.
¿Por qué buscar alternativas a la nube?
En caso de que te estés preguntando por qué alguien estaría buscando a estas alturas una forma de almacenamiento diferente a la nube, aquí tienes unas cuantas razones:
Privacidad
De una forma u otra, las empresas que ofrecen servicios en la nube tienen un cierto nivel de acceso a nuestra información, y la analizan con fines comerciales. Algo que, sin duda, supone una importante intromisión en nuestra intimidad.
Por otro lado, ya sabes que todos los datos que hay online se están usando para entrenar a los modelos de IA. Además, los datos que tenemos almacenados pueden quedar sujetos a las leyes del país en el que está el servidor, y esto podría suponer una importante desprotección para nuestros datos, ya que la legislación de fuera de Europa no es tan estricta en cuanto a la privacidad como la que tenemos aquí.
Seguridad
Otra buena razón para buscar alternativas de almacenamiento a la nube es conseguir una mejora en la seguridad de nuestros datos.
Aunque las empresas que ofrecen estos servicios de almacenamiento invierten grandes cantidades de dinero en proteger los datos y las brechas de seguridad son cada vez menos comunes, siempre existe un riesgo.
Si como consecuencia de una brecha los hackers acceden al contenido de nuestra nube, nuestra privacidad está en riesgo, e incluso es posible que seamos víctimas de un chantaje por su parte.
Mayor control
Los servicios en la nube nos ofrecen unas posibilidades de personalización que están limitadas, y pueden no ser suficientes para algunos usuarios.
Además, al usar estos servicios dependemos totalmente de los términos y condiciones que nos ofrece el proveedor, que puede limitar nuestra facultad de disposición y control sobre nuestros propios datos.
Ahorro de dinero
El espacio de almacenamiento gratuito que ofrecen las empresas especializadas en este servicio está bastante limitado. De esta forma, a medida que aumenta nuestra necesidad de espacio para almacenar archivos digitales, tenemos que pagar cada vez más.
Por otro lado, muchos de los contratos que ofrecen los proveedores de estos servicios son a largo plazo, lo que limita nuestra libertad de elección.
Alternativas a la nube, ¿cuáles son las mejores?
Si quieres almacenar tus archivos, existen otras opciones diferentes a la nube aptas para particulares y empresas. Aquí tienes algunas de las más recomendables.
Almacenamiento local
Supone guardar datos digitales en dispositivos de almacenamiento físico como un disco duro o una memoria flash, como lo hacíamos hace no tanto tiempo.
Tienes varias opciones de almacenamiento local:
- Discos duros externos. Tienen la ventaja de que ofrecen mucha capacidad de almacenamiento, son fáciles de usar, se pueden llevar de un sitio a otro y su relación coste-gigabyte es bastante ajustada. A cambio, enfrentas el riesgo de pérdida física o de que se deteriore.
- NAS (Network Attached Storage). Son dispositivos de almacenamiento conectados a una red, perfectos para hogares y empresas pequeñas. Es un sistema que te da acceso a archivos desde múltiples dispositivos que forman parte de una red y que tiene capacidad de expansión. El inconveniente es que necesita una configuración inicial y requiere de una red estable.
- SAN (Storage Area Network). Es una solución de almacenamiento local de alto rendimiento para grandes empresas. Es escalable y permite trabajar con grandes volúmenes de datos, pero su coste es elevado y requiere una infraestructura especializada.
Servidores propios
Como usuario, puedes elegir entre servidores físicos y virtuales. Los físicos te aportan un mayor control y un nivel más elevado de personalización. A cambio, debes tener conocimientos técnicos para su manejo y, además, la inversión inicial para poner en marcha un servidor físico suele ser alta.
La otra opción es escoger servidores virtuales, que ofrecen flexibilidad y escalabilidad. Pero hay una dependencia del proveedor de servicios de hosting, y el rendimiento se puede ver afectado por otros usuarios del mismo servidor.
Cloud privado
Una de las mejores alternativas a la nube pública es un sistema de nube privada. Un entorno de computación en la nube que está dedicado a una sola organización. Es decir, que puedes tener en tu casa o en tu negocio un sistema de almacenamiento en la nube solo para ti, como si fuera un centro de datos, pero con la flexibilidad y la escalabilidad que son propias de los almacenamientos en estos servicios.
Entre sus ventajas hay que destacar que ofrece:
- Mayor seguridad, porque es un entorno aislado de almacenamiento.
- Mayor control sobre la infraestructura y los datos que contiene.
- Escalabilidad, ya que se puede aumentar o disminuir su capacidad según las necesidades de cada momento.
- Más rendimiento que un cloud público, porque los recursos se usan en exclusiva.
Una solución privada a medio camino de ser un cloud privado es una Infraestructura como Servicio (IaaS), que es un modelo de computación en la nube que proporciona acceso bajo demanda a recursos informáticos esenciales como servidores, almacenamiento y redes. En este caso, en lugar de tener tu propia infraestructura, alquilas los recursos a un proveedor de servicios en la nube y pagas solo por lo que utilizas.
¿Cuál de todas las alternativas a la nube es mejor?
La respuesta depende de cuáles sean las necesidades de los usuarios:
- Almacenamiento local. Es la mejor elección para usuarios individuales o pequeñas empresas que buscan la simplicidad.
- NAS. Recomendable para pequeñas empresas y hogares que necesitan compartir información entre diferentes dispositivos.
- SAN. Ideal para grandes empresas que necesitan almacenar gran cantidad de información y tener un buen rendimiento en el acceso a los datos.
- Servidores físicos. Para empresas que requieren un control total sobre su infraestructura y tienen recursos técnicos para gestionarla.
- Servidores virtuales. Se recomiendan para empresas que necesitan flexibilidad y escalabilidad, pero que no quieren invertir en hardware.
- Cloud privado. Es útil para empresas que necesitan un entorno de nube privado que les permita un mayor control que un cloud público.
Como has comprobado, hay varias alternativas a la nube y cada una de ellas puede ser útil en diferentes situaciones. ¿Con cuál te quedas?