Si bien es cierto que, a día de hoy, Microsoft todavía no ha anunciado de forma oficial el lanzamiento de Windows 12, son muchos los rumores que corren ya por Internet. Informaciones que nos dejan entrever cuál podría ser la fecha de su presentación y alguna de sus características más destacadas.
De hecho, muchas de las cosas que ya se saben acerca de la inminente actualización del sistema operativo ya han sido filtradas por Microsoft. En líneas generales, todo el mundo espera la introducción de numerosas nuevas herramientas y, obviamente, un mayor protagonismo de la Inteligencia Artificial.
Hay que dejar claro que, aunque es un acercamiento bastante fiel a lo que acabaremos viendo, lo que comentamos en los siguientes párrafos no es todavía la información de Microsoft. Habrá que esperar a la fecha de presentación de Windows 12 (que ya ha sido pospuesta varias veces) para saberlo. De hecho, ni siquiera podemos estar seguros al cien por cien de que ese será su nombre.
Integración de la IA
No es una sorpresa para nadie. De hecho, es algo que todo el mundo ya da por hecho: nuevas funciones basadas en la IA, las cuales se mostrarán a modo de sugerencia ya desde el propio menú de inicio.
Se trata de una evolución natural e inevitable después de que Microsoft Copilot abriera el camino. El objetivo a medio-largo plazo es que la Inteligencia Artificial acabe controlando todos y cada uno de los parámetros internos del sistema, desde el ahorro energético hasta el uso de recursos de cada aplicación. Muchos usuarios se muestran algo escépticos ante este nuevo panorama, pues consideran que pierden su capacidad de decisión.
Requisitos más exigentes
Una característica de Windows 12 que parece indiscutible es que esta nueva versión va a requerir una potencia de computación mucho mayor. Es decir, una CPU más rápida, mayor espacio de almacenamiento y una tarjeta gráfica que pueda funcionar con la última tecnología del mercado.
Aunque es pronto para confeccionar una lista de requisitos definitiva, sí podemos apuntar algunos aspectos: tal vez un procesador de 64 bits (ARM / x86) a mínimo 1 GHz, 8 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento, UEFI con soporte de arranque seguro, GPU compatible con DirectX 12, TPM 2.0 y una resolución de pantalla de 1366 x 768 px, por ejemplo
¿No hay fase beta de Windows 12?
Otra de las cosas que distinguen el proceso de lanzamiento de Windows 12 con el de las versiones anteriores es la ausencia de una fase de pruebas para algunos usuarios o fase beta. Resulta extraño comprobar que Microsoft haya prescindido esta vez de los «beta testers», tan importantes en las fases de desarrollo de cualquier sistema operativo. Y es que el trabajo de estos «probadores» es fundamental para valorar sus fortalezas y debilidades, a fin de corregir posibles fallos e implementar mejoras.
Otra de las ventajas (al menos para los usuarios de a pie) de la fase beta es que muchas veces los testers filtran datos e incluso capturas de pantalla de lo que se está cociendo en torno a las nuevas versiones de Windows. Por desgracia, en este caso parece que no va a ser así.
Ese es uno de los principales motivos por los cuales la información en torno a este nuevo lanzamiento está siendo especialmente confusa y escasa.
Posible fecha de lanzamiento
Después de muchas informaciones contradictorias, a principios de año se anunció que Windows 12 sería presentado en sociedad en junio de 2024. Pero en el último momento, esta fecha se pospuso. Todavía quedaban muchos detalles que ajustar y en Microsoft decidieron optar por la prudencia.
Ahora ya no se habla de fechas exactas, aunque se insinúa que el nuevo sistema operativo será lanzado antes de que termine el 2024. Si tomamos como ejemplo las fechas de los lanzamientos de las versiones anteriores de Windows, estaríamos hablando del mes de octubre.
¿Cuánto costará Windows 12?
Por último, hay que señalar una de las características más sorprendentes que llegarán de la mano de Windows 12 (aunque se trate de una sorpresa a medias, pues es algo que Microsoft lleva considerando desde hace tiempo): que este sea un sistema operativo basado en suscripción (SaaS), es decir, accesible tan solo mediante el pago de una cuota mensual.
No está del todo claro que Microsoft se atreva a ir tan lejos, aunque es más que probable que sí haya que pagar para poder utilizar de algunas de sus características avanzadas, en especial de aquellas relacionadas con el almacenamiento en la nube y el uso de la inteligencia artificial.
Otras voces autorizadas apuntan a que, exceptuando ese pago adicional por el acceso a funciones avanzadas, el esquema de precios de Windows 12 seguiría la misma línea que el de Windows 11. De ser así, estaríamos hablando de un precio de 140 euros para la versión básica y alrededor de 200 euros para la versión Pro. Sin embargo, a la espera de obtener más información oficial, todo esto queda en el terreno de las suposiciones.