Xbox Next: todo lo que sabemos de la próxima Xbox

  • Ventana de lanzamiento entre 2026 y 2027 con convivencia de 2-3 años con Series X|S.
  • APU Magnus en 3 nm, CPU Zen 6 (11 núcleos) y GPU RDNA 5 con IA y RT.
  • 24-32 GB GDDR7, SSD más rápido, fuerte retrocompatibilidad y ecosistema abierto.
  • Precio objetivo 500-700 €, lector óptico opcional y posible soporte a tiendas de terceros.

Consola Xbox Next

Xbox Next lleva meses colándose en conversaciones, filtraciones y foros. Entre voces de insiders de hardware, adelantos en medios y rumores cruzados, se dibuja una fotografía cada vez más nítida de la sucesora de Xbox Series X|S. La información no es oficial y mezcla hipótesis con datos verosímiles, pero permite entender por dónde quiere ir Microsoft con su próxima generación.

Lo que parece cristalino es que hablamos de un salto ambicioso: nueva APU de AMD, arquitectura gráfica de próxima hornada, más memoria, SSD más rápido y un enfoque de plataforma que trasciende la “caja” del salón. Microsoft insiste en retrocompatibilidad, en una experiencia no atada a una sola tienda y en un ecosistema que vive en consola, PC y portátil. Vamos a ordenar todo lo que se ha publicado para que tengas una guía completa en un único sitio.

Fecha de lanzamiento y ventana de convivencia con Series X|S

Las filtraciones más consistentes apuntan a un lanzamiento entre finales de 2026 y mediados de 2027, con muchas papeletas para aterrizar en la campaña navideña de 2027. La idea de “golpear primero” frente a PS6 planea sobre todas las fuentes, algo que podría dar ventaja comercial si el hardware acompaña.

Una vez en la calle, se espera una convivencia de 2 a 3 años con Xbox Series X y, sobre todo, con Series S. Esto implica que los estudios seguirán soportando la generación actual durante un tiempo, con los compromisos técnicos que eso conlleva, especialmente por la memoria más limitada de Series S, que ya ha dado quebraderos de cabeza a más de un estudio.

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Precio previsto y estrategia comercial

No hay cifra definitiva, pero el consenso sitúa el PVP objetivo entre 500 y 700 euros/dólares, dependiendo de la configuración y del coste del silicio. Microsoft podría asumir pérdidas por unidad en el arranque para ganar base instalada, compensando por software y servicios (Game Pass, ventas digitales, etc.).

Ojo con un rumor más agresivo: si Xbox Next habilitara tiendas de terceros (Steam, Epic Games Store, GOG) con plena libertad, se ha especulado incluso con un coste de hardware sensiblemente superior al de PS6, al no capturar el clásico 30% de la tienda propia por venta. Esta hipótesis llega aderezada por el supuesto tamaño “grande y caro” de la APU Magnus; aun así, las propias fuentes recuerdan que no está confirmado y que “queda mucha tela por cortar”.

Arquitectura: APU Magnus, modularidad y proceso de 3 nm

El corazón tecnológico de Xbox Next respondería al nombre en clave Magnus, una APU de AMD que apostaría por un diseño modular en lugar del clásico chip monolítico. Separar CPU y GPU en bloques dentro del mismo SoC abre la puerta a familias escalables, actualizaciones más frecuentes y mejor aprovechamiento de obleas.

Digital Foundry y otras fuentes hablan de un enfoque MCM que permitiría lanzar variantes más potentes o asequibles con la misma base de silicio. Esto acerca a Xbox al ciclo “tipo PC” sin renunciar a la experiencia cerrada de consola, y encaja con la estrategia de “ecosistema” que Microsoft verbaliza.

La fabricación en 3 nm de TSMC suena en todos los mentideros. Este nodo aporta eficiencia y densidad, claves para encajar más unidades de cómputo, más caché y mayores frecuencias dentro de presupuestos térmicos contenidos.

CPU: Zen 6, 11 núcleos híbridos y mayor IPC

En CPU se habla de 11 núcleos repartidos en dos grupos: 8 núcleos “Zen 6c” y 3 núcleos “Zen 6” convencionales, con frecuencias objetivo superiores a 3 GHz para los primeros y alrededor de 4 GHz o más para los segundos. Esta configuración poco habitual permitiría reservar un núcleo al sistema y dejar 10 para juegos, mejorando la gestión de hilos y servicios en segundo plano.

Más allá del conteo, la clave es el salto de IPC desde Zen 2 (Series X|S) hasta Zen 6. Son cuatro generaciones de mejora acumulada, con más caché L3, optimizaciones de front-end y mejor eficiencia por vatio. Se baraja un L3 total entre 16 y 32 MB por cuestiones de espacio, aunque habrá personalización para consola.

GPU: RDNA 5, 68 CUs y aceleradores de IA y ray tracing

La parte gráfica apuntaría a RDNA 5 con hasta 68 Compute Units, lo que se traduciría en 4.352 shaders si se confirma el reparto habitual. Esto ya supera claramente a Series X (3.328 shaders), y el salto arquitectural añade rendimiento por CU además del simple conteo.

Si estos 4.352 shaders alcanzaran picos de 3 GHz, se estiman 26,11 TFLOPs FP32 sin doble emisión. Con doble emisión de shaders, el cálculo teórico subiría hasta 56,22 TFLOPs FP32. Son cifras brutas que no cuentan toda la historia, pero orientan sobre el techo potencial.

RDNA 5 traería núcleos de ray tracing más capaces y bloques de inferencia para IA integrados. Éste es uno de los pilares de la nueva generación: IA aplicada a renderizado, escalado y generación/regeneración de fotogramas y rayos.

Memoria, ancho de banda y almacenamiento

La memoria unificada daría un salto a 24 o 32 GB de GDDR7 a 32 Gbps. Aunque se rumorea un bus de 192 bits frente a los 320 bits de Series X, el ancho de banda efectivo crecería al apoyarse en memoria mucho más rápida. Este equilibrio es más eficiente en coste y consumo con GDDR7.

En almacenamiento, el SSD iría claramente por encima del de la generación actual (2.400 MB/s). Se manejan lecturas secuenciales de 5 GB/s o más, con mejoras en compresión, descompresión por hardware y latencias, algo crucial para streaming de mundos grandes y tiempos de carga casi instantáneos.

Resolución objetivo y rendimiento esperado

Aunque se ha llegado a mencionar 8K, el objetivo realista será 4K. La experiencia “4K bien” dependerá del escalado por IA y del modo rendimiento, como ya hemos visto esta generación pero con herramientas de nueva ola más potentes.

En la fase de transición podrían verse 4K a 60 o incluso 120 FPS en juegos poco exigentes u optimizados, pero cuando los títulos plenamente next-gen aprieten, veremos resoluciones nativas más bajas con reescalado inteligente hacia 4K, igual que pasó al asentarse UE5 en PS5/Series X|S.

Tecnologías de IA y escalado de nueva generación

AMD ha adelantado que habrá IA avanzada en gaming para la próxima hornada de consolas. Traducido: reescalado de nueva generación acelerado por hardware (piensa en una evolución de FSR 4 adaptada a consola), generación de fotogramas y regeneración de rayos por IA. Microsoft y AMD hablan de “experiencias potenciadas por IA”, lo que encaja con este paquete.

El salto de calidad vendrá por dos frentes: algoritmos más finos y aceleradores dedicados. Esto permitirá perseguir 4K/120 con más títulos, elevar la calidad de RT sin penalizaciones drásticas y suavizar la experiencia en escenas complejas.

Retrocompatibilidad y ecosistema: jugar hoy y mañana

La retrocompatibilidad es bandera de Xbox y no hay señales de marcha atrás: Series X|S, Xbox One, una larga lista de 360 y hasta seleccionados de la Xbox original entran en la ecuación. Microsoft mantiene listados oficiales de compatibilidad, y la nueva consola apuntalaría esta filosofía ofreciendo continuidad en biblioteca y compras.

Además, la presidenta de Xbox, Sarah Bond, ha hablado de una experiencia “no ligada a una sola tienda o dispositivo”. Aunque faltan detalles, el mensaje dibuja un ecosistema más abierto donde Windows y Xbox convergen mejor y donde la portabilidad gana terreno.

Formato físico: ¿con lector o solo digital?

Hay dos estrategias verosímiles: dos modelos (con y sin unidad óptica) o una versión base sin lector con posibilidad de acoplar uno externo. Un modelo totalmente digital abarata, reduce tamaño y facilita la refrigeración, pero deja fuera a muchos usuarios y regiones con peor conectividad.

La opción intermedia —unidad óptica opcional— suena razonable en coste y logística. Evita dividir la gama en exceso y conserva el formato físico para quien lo quiere, un equilibrio que el mercado aún demanda.

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Comparativa con PS6 y equivalencias de potencia

Los cálculos “sobre el papel” sitúan a Xbox Next por delante de PS6 en potencia bruta si se confirman los 4.352 shaders a 3 GHz y la doble emisión. Se ha estimado PS6 en torno a 18,43 TFLOPs FP32 (sin doble emisión) y 36,86 TFLOPs (con ella), frente a los 26,11/56,22 TFLOPs de Xbox Next.

También circula otro ángulo: equivalencias “PC-like”. Algunas fuentes hablan de que Xbox Next rondaría a una hipotética GeForce RTX 5070 en 2027 (o ligeramente por encima en raster), mientras que otras sitúan a PS6 cerca de una RX 9070 XT (nivel RTX 4070 Super aprox.), y a Xbox Next a la altura de una RTX 5080. Son comparativas orientativas que dependen de optimizaciones y del conjunto CPU+GPU+IA.

Sea como fuere, la conclusión práctica es que Xbox Next debería manejar 4K reescalado con holgura, RT más ambicioso y tasas estables, quedando el 8K para casos de uso muy ligeros o demostraciones técnicas, igual que sucede hoy en PC con hardware de gama alta.

Unreal Engine, motores y lo que cabe esperar de los juegos

La próxima Xbox debería moverse mucho más cómoda con Unreal Engine 5 y sucesores inmediatos. El mayor ancho de banda, el salto de CPU y los aceleradores de IA dan margen para sistemas de iluminación y geometría más complejos, texturas más pesadas y mundos sin cortes.

Si Epic diera el salto a un hipotético Unreal Engine 6 en plena vida de la consola, volveríamos al patrón clásico: motores nuevos que “achuchan” el hardware, con desarrolladores alternando modos calidad/rendimiento e IA para cuadrar objetivos.

Preguntas frecuentes rápidas

  • ¿Cuándo saldrá? Rumores: entre finales de 2026 y mediados de 2027; la mayoría de señales apuntan a finales de 2027 para campaña navideña.
  • ¿Precio? Objetivo probable: 500–700 €. Existe un rumor de precio superior si se habilitan tiendas de terceros sin comisión de plataforma, pero no está confirmado.
  • ¿Potencia real? Techo teórico alto (hasta 56,22 TFLOPs FP32 con doble emisión). En la práctica, 4K reescalado de alta calidad, RT más sólido y 60/120 FPS con IA.
  • ¿Retrocompatibilidad? Sí, pieza central: catálogo de Xbox actual, One, selección de 360 y juegos de la clásica original, con listados oficiales.
  • ¿Lector de discos? Se barajan dos vías: dos SKUs (con/sin lector) o base sin lector con unidad óptica acoplable. El formato físico no desaparecería de golpe.

Con todo lo anterior, el plan de Microsoft va tomando forma: APU Magnus en 3 nm, CPU Zen 6 con 11 núcleos híbridos, GPU RDNA 5 con hasta 68 CUs y aceleradores de IA/RT, memoria GDDR7 de 24–32 GB, SSD más veloz, retrocompatibilidad como seña y un ecosistema que cruza consola, PC y portátil. Quedan piezas por encajar y nada es oficial hasta el anuncio, pero el mapa de rumores es coherente y apunta a una máquina potente pensada para escalar por software y servicios, con la IA como coprotagonista.

Detalle de Xbox Next

Importante: todo esto nace de filtraciones, comparativas teóricas y declaraciones de alto nivel. El éxito final depende de precio, catálogo exclusivo, servicios y disponibilidad. Si Microsoft equilibra bien esas piezas, Xbox Next puede convertirse en el mayor salto técnico y de plataforma de su historia reciente.