Todo el espacio de direcciones IPv4 de Internet proporciona aproximadamente 4 mil millones de direcciones IP únicas. En los inicios de Internet, nadie pudo llegar a imaginar que semejante cifra se iba a quedar corta. El colapso se ha estado evitando asignando subredes, cada vez más caras y menos accesibles. En este momento, la solución tiene un nombre: CG-NAT (Carrier Grade NAT).
Este es un protocolo de internet que ofrece muchas ventajas, aunque también presenta algunos inconvenientes. Explicar qué es y cómo funciona puede ser algo complicado para los usuarios que no estén familiarizados con el funcionamiento de las conexiones a Internet. Trataremos de explicarlo a continuación.
El esperado protocolo IPV6
Cada día que pasa el número de conexiones a Internet crece y las direcciones IPv4 disponibles son cada día más escasas. Para paliar esta escasez se ideó el protocolo IPv6, una bonita promesa de futuro de 340 trillones de trillones de trillones de direcciones (2 elevado a la 128ª potencia). Un número mayor que el de las estrellas que hay en el Universo conocido. Lo más cercano al infinito que podemos concebir.
Lo cierto es que esa cifra astronómica acabaría de una vez por todas con el problema. Por desgracia, el protocolo IPV6 es solo una maravillosa idea que de momento no se puede convertir en realidad. Las razones son las siguientes:
- La gran mayoría de webs actuales no son capaces de soportar este protocolo.
- Los operadores no cuentan con un método fiable para realizar la migración a este protocolo.
Los más optimistas creen que estos obstáculos podrán ser salvados a medio plazo. Mientras esto llega a suceder, tenemos que seguir buscando soluciones alternativas. Una de ellas es la que propone CGN-NAT.
¿Qué es CGN-NAT?
Cada vez más común que las direcciones IP públicas en realidad se estén ejecutando a través de NAT de grado de operador (CG-NAT). Las siglas NAT significan Network Address Translation, un protocolo creado con el propósito de ahorrar IPs. Por eso hay una sola IP para todos los dispositivos conectados a una misma red, ya sea esta de tipo doméstico o bien de tipo profesional.
El desarrollo de CG-NAT es aplicar esta misma economía de ahorro, aunque llevándola a un nivel más elevado. Una sola dirección IP pública puede ser compartida entre varios enrutadores de clientes. Eso quiere decir que nuestro proveedor de Internet está utilizando una misma IP para un número determinado de clientes diferentes. Los enrutadores CGNAT de los proveedores realizan un seguimiento de cada conexión. De este modo, cuando se reciben los datos, se determina a qué cliente están destinados los datos y cómo reenviarlos de manera adecuada.
Desventajas de usar CG-NAT
En principio, los usuarios no tienen que notar ninguna diferencia entre usar NAT o CG-NAT, aunque con el tiempo nos podemos encontrar con inconvenientes importantes como los que mencionamos a continuación:
- No es posible abrir los puertos del router. Este queda bajo el control total del operador, dejándonos con poco margen de maniobra.
- Impide la vinculación con dispositivos de domótica y otros aparatos electrónicos.
- Podemos ser bloqueados en algunas páginas web en el caso de que otro usuario que usa la misma IP de CG-NAT haya cometido alguna irregularidad o mal uso que haya provocado su baneo.
- La latencia se ve afectada negativamente. Eso es un inconveniente de bastante peso para los gamers, que necesitan periodos de latencia muy bajos para poder disfrutar de sus partidas online.
¿Cómo saber si mi IP usa CG-NAT?
Después de conocer los posibles inconvenientes que supone tener una IP que usa el sistema CG-NAT, es lógico querer saber si nuestros equipos está o no regulados por este protocolo.
Muchos operadores lo usan por defecto con todos sus clientes. Es el caso de MásMóvil, Pepephone o Yoigo, aunque ofrecen la opción gratuita de desactivarlo. Otros, en cambio, cobran un recargo mensual para dejar de usarlo. Es el caso de Digi Mobil, Jazztel y Orange. Por último, están los operadores que aplican CG-NAT sin opción a renunciar a él, como Finetwork.
Pero más allá de la política de cada compañía, lo más rápido es comprobarlo directamente en nuestros dispositivos. Existen dos métodos:
Consultar nuestra propia IP
Solo hay que entrar en la web Cuál es mi IP y revisar la numeración. Hay que tener en cuenta que CG-NAT tiene su propio rango de IP reservado entre 100.64.0.0 y 100.127.255.255. Si todavía tenemos dudas, podemos hacer servir el método siguiente:
Desde Windows
El método es también muy sencillo. Solo tenemos que hacer clic en el botón de inicio y escribir «cmd». En el cuadro que se abre escribimos «tracert» seguido de la IP que ya conocemos después de consultar la página anterior. Si el resultado aparece en uno o dos saltos de línea, sabremos que no tenemos activado CG-NAT. En el ejemplo del cuadro de más arriba, se trata de ua IP CG-NAT, ya que solo aparece una sola línea.
Conclusión
A pesar de los inconvenientes mencionados antes, un usuario normal no va a notar casi ninguna diferencia entre una IP que usa NAT y otra que usa CG-NAT. Solamente en el caso concreto de los gamers (y únicamente para algunos juegos especialmente exigentes) cabe recomendar la primera antes que la segunda. Son ellos los que más motivos tienen para realizar las comprobaciones pertinentes e intentar cambiar.