Office es la suite ofimática por excelencia, es la mejor aplicación para crear cualquier tipo de documento que se nos pase por la cabeza. Desde hace varios años, Microsoft optó por ofrecer un sistema de suscripción por tan solo 70 euros al año, podemos utilizar Office de forma legal, espacio de 1 TB en la nube, sincronización de archivos…
También podemos optar por comprar una licencia por la aplicación correspondiente, aunque el precio es mucho más alto y no nos ofrece actualizaciones a la nuevas versiones de Office, por lo que siempre es recomendable hacer uso de la suscripción.
Si hemos optado por pasarnos a la versión más reciente de Office y queremos eliminar cualquier rastro de la versión anterior, el método más rápido es desinstalar directamente la aplicación desde las opciones de configuración de Windows.
Sin embargo, no es la mejor opción, y Microsoft lo sabe, ya que pone a disposición de sus usuarios una aplicación que nos permite eliminar cualquier rastro de las aplicaciones que instalamos en el equipo, no solo de Office. Esta aplicación descargarla directamente desde este enlace.
Una vez hemos descargado e instalado la aplicación, la ejecutamos (tardará unos segundos en inicializarse ya que tiene que escanear en primer lugar nuestro equipo para mostrarnos soluciones adaptadas a las aplicaciones que tenemos instaladas).
En nuestro caso, para eliminar cualquier rastro de Office, seleccionamos Tengo Office instalado y no puedo desinstalarlo. A continuación, seleccionamos la versión de Office instalada para que de comienzo el proceso, proceso que tardará varios minutos.
Una vez ha finalizado el proceso, tenemos que reiniciar nuestro equipo si queremos instalar seguidamente la nueva versión de Office. Si no es así, podemos esperar a que apaguemos nuestro equipo y lo volvamos a encender.
Una vez reiniciemos el equipo, o lo volvamos a encender, la aplicación acabará su trabajo, por lo que todavía vamos a tener que esperar unos minutos más.