La mayoría de usuarios tienen muchas aplicaciones instaladas en su ordenador con Windows 10. Cada una de estas aplicaciones suele pedir unos permisos para funcionar en el equipo. Como usuarios, tenemos la posibilidad de ver y gestionar estos permisos. De manera que evitamos que se comentan abusos o no demos permisos que no creemos que son necesarios o van en contra de la privacidad.
La gestión de los permisos de las aplicaciones en Windows 10 es realmente sencilla. Por eso, a continuación os damos los pasos que tenemos que llevar para poder gestionarlo de forma muy cómoda. ¿Qué tenemos que hacer en este caso?
Tenemos que acudir a la configuración de Windows 10 en primer lugar. Dentro de la misma, tenemos que acudir al apartado de privacidad. Allí es donde nos vamos a encontrar con todas las opciones que nos permiten gestionar estos permisos.
En la columna que sale en la parte derecha de la pantalla, nos encontramos con una opción llamada «permisos de la aplicación«. Se trata del apartado en el que podremos gestionar todos estos permisos de forma sencilla. Dentro de este apartado todo se divide en diversas categorías (ubicación, micrófono…), que podemos ver debajo del nombre del mismo.
Lo que estas categorías nos permiten es gestionar los permisos que hacen referencia a las mismas. Así, en función de cada categoría, podemos configurar todo como nos resulte a nosotros más sencillo. Lo debemos hacer con calma, y comprobando realmente qué permisos no creemos que sean necesarios en Windows 10. Es la mejor manera de lograr esto.
Una vez hemos cambiado los aspectos que queramos, que se consiguen activando o desactivando el interruptor que hay junto a cada apartado, simplemente tenemos que salir. Ya hemos llevado a cabo la gestión de los permisos de las aplicaciones en Windows 10. Una sencilla, pero efectiva manera, de proteger nuestra privacidad en el ordenador.
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