A la hora de instalar o eliminar aplicaciones de nuestro ordenador, debemos tener siempre en cuenta que conforme el número de instalaciones se van incrementando, el rendimiento del equipo va disminuyendo, ya que con cada instalación se modifica el registro de Windows para que la aplicación se «acople» al sistema.
A la hora de eliminar aplicaciones, sucede tres cuartos de lo mismo, ya que el proceso incluye nuevamente la edición del registro de Windows y si el proceso no se hace bien, podemos tener problemas a la larga con el funcionamiento de nuestra copia de Windows. Si queremos evitar que los usuarios que hacen uso de nuestro ordenador se dediquen a instalar y borrar aplicaciones, a continuación os mostramos un pequeño truco.
Y digo truco, por que no hace falta instalar ninguna aplicación de terceros en nuestro ordenador para poder bloquear la instalación o eliminación de aplicaciones. Para evitar y este tipo de problemas que siempre afectan al rendimiento de nuestro ordenador, lo mejor que podemos hacer, es crear cuentas de usuarios para todos.
Windows nos permite crear cuentas de usuarios de adultos (administradores), sin ningún tipo de limitación, o bien cuentas de menores, cuentas que permiten modificar la estética de Windows, al menos de su usuario concretamente, sin alterar al funcionamiento de la cuenta de administrador.
Las cuentas de usuario invitados, que no son administradores, por defecto no tienen la opción ni de borrar ni de instalar aplicaciones del disco duro, por lo que si en algún momento quiere instalar alguna aplicación que realmente le haga falta, tendrá que contar con nosotros, debido a las limitaciones de su cuenta.
Para ello, no hará falta cerrar sesión en su cuenta de usuario, ya que antes de comenzar la instalación, se nos pedirá la contraseña del administrador del sistema, sin la cual será imposible realizar la instalación en esa cuenta de usuarios.
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