Muchas veces nos quedamos atascados delante de la pantalla del ordenador porque un programa, de repente, ha dejado de funcionar. Esto puede deberse a diversos motivos. Es importante poder identificarlos para aplicar la solución correcta y reiniciar una aplicación en Windows.
Así que en este artículo vamos a abordar la cuestión siguiendo el orden debido: primero analizaremos las causas del problema y después presentaremos las diferentes soluciones:
¿Por qué una aplicación deja de funcionar?
Cuando un programa que estamos utilizando en Windows deja de funcionar sin motivo aparente, puede deberse a diversas razones. Estas son las más comunes:
Actualizaciones
Un programa puede detenerse si el sistema operativo en el que funciona no se encuentra correctamente actualizado. También es posible el caso contrario: que tras una actualización un programa obsoleto haya dejado de funcionar. En ese caso hay que descargar una versión actualizada del mismo.
Controladores
Los controladores son básicos para que Windows funcione correctamente, ya que aseguran la compatibilidad de los diferentes programas con el sistema. Cuando no están actualizados o dejan de funcionar, las aplicaciones pueden detenerse y cerrarse.
Memoria insuficiente
La falta de espacio en la memoria RAM o el disco de almacenamiento también son causas frecuentes que explican el fallo en un programa. A veces eso se puede extender también al resto de componentes de nuestro ordenador, por eso es tan importante comprobar los requisitos mínimos de cualquier programa antes de instalarlo.
Conflicto de programas
No es muy frecuente, pero puede suceder. Algunas veces, para funcionar, dos programas pueden necesitar usar un mismo recurso. En esos casos, el segundo programa que queremos utilizar no va a funcionar.
Virus y Antivirus
Ya sabemos que cuando un ordenador queda infectado por algún tipo de virus se producen toda clase de problemas. Puede ser una causa. Pero también el antivirus puede jugar en contra de nosotros: si identifica un programa como sospechoso, lo bloqueará y no podremos usarlo.
Cerrar un programa «congelado»
Hay tres métodos principales para «descongelar» un programa o aplicación que se haya quedado bloqueado en nuestro ordenador, con el conocido mensaje de «Este programa no responde»:
- Método 1: Hacemos clic derecho en el icono del programa en la barra de tareas y seleccionamos la opción «Finalizar o cerrar programa».
- Método 2: Hacemos clic en cualquier espacio en blanco de la barra de tareas. Desde allí vamos al «Administrador de tareas», después a la pestaña «Procesos» y por último, con el clic derecho, seleccionamos «Finalizar tarea».
- Método 3: Usamos la combinación de teclas Control + Alt+ Suprimir y seleccionamos «Administrador de tareas». Allí vamos a «Procesos», hacemos clic derecho sobre el programa y escogemos la opción «Finalizar tarea».
Soluciones para reiniciar una aplicación en Windows
Ahora que ya conocemos las causas más habituales que explican un mal funcionamiento de un programa o el hecho de que haya que reiniciar una aplicación en Windows, veamos qué soluciones existen. Antes de intentar alguna de ellas, es conveniente esperar un poco, ya que algunas veces el equipo necesita su tiempo. Pero si ya has probado eso y no ha funcionado, esto es lo que puedes hacer:
Reiniciar el sistema y volver a intentar abrir el programa
No es una solución muy imaginativa, pero da resultado en muchos casos. Al reiniciar el sistema, todas las funciones de nuestro PC se restablecerán y los errores ocasionales desaparecerán. Hay dos maneras de reiniciar el ordenador: seleccionando la opción correspondiente en el menú de inicio o bien forzando el reinicio, pulsando durante unos segundos el botón físico de apagado/encendido.
Tras el reinicio, intentamos volver a ejecutar el programa. Si aun así no funciona, hay que probar con otro método.
Cerrar otras aplicaciones
Antes de reiniciar una aplicación en Windows que ha dejado de funcionar, es conveniente valorar si estamos usando demasiados programas de forma simultánea. No hay que olvidar que al abrir un programa se ejecutan distintos registros, configuraciones, procesos, etc. al mismo tiempo. Multiplicando esto por todas las aplicaciones abiertas, corremos el riesgo de desbordar la capacidad de nuestro PC.
Así que, si nuestro hardware no tiene la capacidad para manejar ese volumen de trabajo, una buena solución es cerrar otros programas para que el ordenador tenga recursos para «desbloquear» el programa que no responde.
Actualizar Windows
Es sabido que mantener el sistema operativo actualizado es lo mejor que podemos hacer para que nuestro equipo funcione mejor y evitar un montón de errores. También nos va a ayudar en estos casos. Para actualizar Windows 10 esto es lo que debemos hacer:
- Para empezar, vamos al menú de inicio.
- Después hacemos clic en «Configuración» (el icono del engranaje que se encuentra en la parte inferior del menú de inicio), o usamos la combinación de teclas Windows + I.
- A continuación seleccionamos «Actualización y seguridad».
- Después vamos a «Windows Update».
- Seleccionamos el botón «Buscar actualizaciones».*
- Finalmente, elegimos una actualización disponible y pulsamos en «Descargar e Instalar».
- Reiniciamos el equipo y comprobamos que los programas funcionan con normalidad.
(*) Si no hay actualizaciones disponibles, aparece en pantalla el mensaje de «Todo está actualizado».
Desinstalar y volver a instalar el programa
Cuando el problema no se encuentra en el sistema operativo, sino en la aplicación que queremos reiniciar, lo más efectivo será desinstalarla y volver a descargarla e instalarla en nuestro ordenador. Borrón y cuenta nueva. Esto es lo que hay que hacer:
- Primero abrimos el menú «Ejecutar» y en el cuadro escribimos «Control panel» + Enter.
- Seleccionamos «Programas y características».
- Localizamos el programa que queremos reinstalar y lo seleccionamos con el botón derecho.
- A continuación seleccionamos la opción «Desinstalar».
- Por último, volvemos a instalar el programa desde cero.
Actualizar los controladores
Como apuntábamos al principio del artículo, a veces para reiniciar una aplicación en Windows es necesario actualizar los controladores o drivers, los encargados de que todos los programas de nuestro PC sean compatibles con el sistema y hardware. Para actualizar un controlador específico esto es lo que hay que hacer:
- Primero vamos al menú de inicio.
- En el buscador escribimos «Administrar dispositivos». Seguidamente, seleccionamos este programa.
- Después abrimos la opción correspondiente al programa cuyo controlador deseamos actualizar.
- Seleccionamos el controlador que queremos actualizar haciendo clic con el botón derecho.
- Finalmente, seleccionamos «Actualizar controlador».
Restaurar el equipo
El último recurso, aunque para utilizar esta opción, es preciso haber creado antes varios puntos de restauración manuales o automáticos en nuestro PC. Si es así, todo lo que hay que hacer es volver a un punto anterior para desbloquear programas y que estos vuelvan a funcionar como lo hacían al principio.
Así es como se crea un punto de restauración:
- Vamos al menú de inicio.
- En el cuadro de búsqueda, escribimos «Crear un punto de restauración» y luego seleccionamos el programa.
- Después vamos a «Propiedades del sistema».
- Allí seleccionamos la pestaña «Protección del sistema».
- A continuación seleccionamos el botón «Configuración» y ejecutamos estas tres acciones:
- Activar la opción de protección del sistema.
- Seleccionar el tamaño del disco para la copia de seguridad.
- Seleccionar «Aceptar».
- Luego seleccionamos el disco en el que queremos crear el punto de restauración (en caso de que haya más de uno).
- Finalmente, elegimos la opción «Crear» y pulsamos «Aceptar».