Si bien la conexión a la web logró hacernos la vida muchísimo más fácil, también es interesante la forma en que conseguido generar una de las situaciones más frustrantes de nuestros días: el internet lento. Vivimos en la época de la inmediatez, en donde los avances tecnológicos nos han brindado la posibilidad de obtener todo tipo de resultados en cuestión de segundos. De modo que, cuando enfrentamos una conexión lenta, se ve entorpecido desde nuestro trabajo, hasta nuestro humor. Por ello, queremos hablar acerca de las posibles causas de este problema y lo que puedes hacer para solucionarlo.
En ese sentido, si estás experimentando lentitud en tu conexión de forma recurrente, sigue leyendo porque seguramente encontrarás el origen y la forma de acabar con la falla. Para lograrlo, seguiremos un proceso de resolución de problemas, que va desde lo más simple, hasta lo más complejo.
¿Por qué mi internet va lento?
La lentitud de una conexión a internet es asunto que tiene muchas aristas y por lo que se requiere aplicar un proceso de resolución de problemas, siguiendo la ruta de todas las variables posibles. Cuando nos conectamos a la red, nuestra experiencia está sujeta a toda una serie de elementos que van desde el servicio de internet que contratamos, hasta el navegador que estamos ocupando.
De esta manera, si quieres llegar a la causa del problema, debemos ir revisando cada uno de los elementos involucrados en el proceso.
Causas y soluciones para lentitud de tu internet
¿Es nuestro internet o un sitio específico?
Comenzaremos con una especie de presunción de inocencia de nuestro servicio de internet, puesto que, en ocasiones, el problema no está en la conexión a la web. En ese sentido, es común que al percibir lentitud al intentar ingresar en alguna página o servicio web, lo primero que pensemos es que se trata de nuestra conexión.
De manera que, la primera solución para determinar si la falla está de nuestro lado es hacer una prueba de velocidad. Para ello, debemos tener clara la velocidad que ofrece el plan que estamos contratando y posteriormente, hacemos la prueba para comparar ambos datos.
Cabe resaltar que, muchas veces, las compañías de internet garantiza solo un porcentaje de la velocidad de conexión que estás contratando. Esto es algo de considerar a la hora de comparar el resultado de la prueba de velocidad con los de nuestro plan.
¿Cómo estás conectado? ¿WiFi o Ethernet?
Si en efecto, el test de velocidad arroja que tu internet va lento, entonces pasaremos a verificar el tipo de conexión que ocupamos, es decir, ¿estás desde el WiFi o desde el cable de red? Esto es fundamental para abordar directamente al dispositivo o al medio que nos está brindando la conexión a internet.
En ese sentido, si estás conectado a través de la red WiFi, nuestra primera solución será apagar el router durante 10 segundos y luego encenderlo. Esto refrescará tanto el hardware como el software del dispositivo, eliminando cualquier inhibición que podría generar la lentitud.
Por su parte, si estás conectado por medio de un cable de red, lo primero que tendrás que revisar es el cable en cuestión. Una de las principales desventajas de los cables de red, es el hecho de tener diversos puntos débiles que degradan su rendimiento y pueden generar desde lentitud, hasta desconexión. De manera que, si tu cable de red está doblado, su conector RJ-45 está roto o con algún par desconectado, fallará el servicio.
¿El WiFi tiene interferencias?
Si estás conectado a una red WiFi, es posible que percibas la lentitud de la conexión en algunos sitios puntuales de tu casa u oficina. Esto es común debido a que cada dispositivo maneja una distancia límite hasta donde transmite la señal y a medida que esta distancia se amplía, la conexión se degrada aún más. Adicionalmente, junto a la distancia, hay un factor importante a considerar y son las interferencias u obstáculos presentes entre el router y el sitio donde te encuentras.
Esto quiere decir que, no necesariamente, debes estar muy lejos del punto de acceso para que haya lentitud en la conexión, sino que, las paredes, por ejemplo, pueden ser un factor problemático. En ese sentido, la solución para ello es ampliar el alcance de la red WiFi agregando un nuevo router o un extensor de señal que cubra la zona en donde el internet es lento.
¿Hay intrusos en tu red?
Otro aspecto que puede generar un internet lento es la cantidad de dispositivos conectados al mismo tiempo. Esto es algo bastante común en las redes WiFi, donde los intrusos forman parte del ecosistema. Generalmente, ni siquiera se trata de hackers, sino de personas normales que obtuvieron la contraseña de tu WiFi por alguien más y lograron conectarse. En ese sentido, es primordial que hagamos una revisión en nuestro router a fin de verificar si hay intrusos que ralentizan el servicio.
Para determinar si hay otros usuarios drenando tu ancho de banda, debes ingresar a la configuración del router. Esto es algo que varía en cada dispositivo y que depende del fabricante, sin embargo, siempre está la información disponible en la página oficial. En caso de encontrar equipos que no reconozcas, bastará con cambiar la contraseña para quitarlos.
¿Tu navegador está actualizado?
En nuestros días, las actualizaciones son un factor determinante para nuestra experiencia con cualquier software. Esto no se debe solo al hecho de obtener nuevas mejoras y características, sino que programas como Google Chrome, por ejemplo, suelen ralentizarse cuando hay actualizaciones pendientes por instalar.
En ese sentido, revisa si en lugar del icono de los 3 puntos verticales de la parte superior derecha de la pantalla, aparece el botón «Actualizar». De ser así, hazle click para que se actualice el navegador a la versión más reciente y verifica si tu internet sigue lento. Puedes aplicar el mismo principio para cualquier navegador que ocupes e incluso, para el sistema operativo. Si tienes archivos pendientes por instalar en Windows Update, activa la actualización de inmediato y comprueba si el problema persiste.
¿Malware en tu ordenador o navegador?
El malware en nuestros días actúa de diferentes maneras y una de ellas puede ser afectando la velocidad de nuestra conexión a internet. Es común encontrar programas maliciosos en forma de complementos para el navegador, por ejemplo, que acaban entorpeciendo su trabajo y ralentizando la muestra de los sitios web. Igualmente, muchos virus de Windows tienen dentro de sus consecuencias la generación de un tráfico enorme, haciendo que, el internet trabaje muy lento.
Las soluciones que podemos recomendar para esto son dos y dependerá de tu disposición y la intensidad del problema. En ese sentido, lo primero que debemos hacer es un análisis general al sistema con un antivirus. Haz lo mismo con el navegador, si usas Chrome, puedes hacerlo desde la opción que incorpora en la sección de Seguridad y Privacidad.
Ahora, en caso de estar infectado, puedes:
- Eliminar los virus con la solución que los detectó y comprobar si el problema persiste o si se solucionó por completo. Esta es la opción más rápida.
- Formatear el equipo. Esta solución tiene su éxito garantizado, puesto que, tendremos una instalación completamente limpia. Sin embargo, toma más tiempo, amerita hacer un respaldo de nuestros archivos y crear un medio de instalación USB.