IMAP y POP son los dos protocolos más usados para acceder al correo electrónico, más en concreto para leer las bandejas de entrada. En este post vamos a analizar las diferencias que hay entre ambos, así como sus ventajas y sus desventajas. Todo esto nos ayudará a la hora de decidir cuál de ellos usar para configurar nuestro buzón según nuestras necesidades.
Lo primero que hay que aclarar es qué es un protocolo de correo. Sin entrar en complejidades, podemos decir que es un grupo de reglas que definen el modo en el que se organiza el mecanismo de intercambio de e-mail entre servidores y clientes. Gracias a ellos podemos enviar y recibir mensajes a través de la red de forma adecuada, sea cual sea el dispositivo y el sistema operativo que usemos.
Los protocolos de e-mail más comunes son tres: POP, IMAP y SMTP, aunque los dos primeros son los más importantes. Cada uno de ellos funciona de una manera específica. Cada usuario debe decidir cuál es la que más le conviene. Centrémonos en analizar los dos principales:
POP
POP (siglas en inglés de Post Office Protocol) es un protocolo unidireccional que gestiona la tarea de trasmitir los mensajes del servidor al cliente. Para lograrlo, este programa se conecta al servidor para descargar el correo; después lo guarda en el correo local y, finalmente, borra los mensajes del servidor y se desconecta. La última versión de este protocolo se llama POP3, por eso es habitual verlo con esta nomenclatura.
Usando POP es posible activar la opción de mantener una copia de los mensajes en el servidor. Sin embargo, esto a veces no funciona bien del todo y puede suceder que esos mensajes dejados en el servidor no puedan ser reconocidos por el cliente, haciendo necesario descargarlos por segunda vez.
En principio, el protocolo POP fue diseñado para responder las necesidades de los usuarios que acceden a su correo desde una única ubicación. Esta es la razón por la cual todos los cambios que un usuario realice en sus mensajes, como por ejemplo etiquetarlos o moverlos a otra carpeta, no serán replicados en el servidor.
A modo de resumen, estas son las características de POP, con sus fortalezas y debilidades:
- Solamente necesita una conexión a Internet para enviar y recibir correos.
- Está diseñado para consultar y gestionar nuestro correo desde un único dispositivo.
- Los correos electrónicos se guardan localmente, accesibles en todo momento, incluso sin conexión a Internet.
- Usando el protocolo POP conseguimos ahorrar espacio de almacenamiento en el servidor.
- Opcionalmente, se puede dejar una copia de los correos electrónicos recibidos en el servidor, aunque los cambios realizados en ellos no se van a sincronizar.
IMAP
IMAP (siglas de Internet Messaging Access Protocol) es un protocolo de tipo bidireccional y mucho más moderno y versátil que POP3. Fue diseñado pensando en usuarios que necesitan acceder a su buzón de correo electrónico desde diferentes localizaciones o dispositivos.
De este modo, cada programa que se utiliza se conecta al servidor y solicita una copia de los mensajes, dejando la copia original en el servidor remoto. Por otra parte, además de lo que sucede con el protocolo POP, los cambios que el usuario pueda realizar en los mensajes también se replican en el servidor. Y también, por tanto, en todos los dispositivos y programas conectados a la cuenta.
Otra ventaja a tener en cuenta es que, en el momento de configurar nuestro buzón con el protocolo IMAP, tenemos la opción de utilizar otras funciones como las reglas de clasificación automática o la gestión simultánea de diferentes identidades a través de la misma cuenta.
Esta es una enumeración de sus principales características:
- Es imposible acceder a nuestro correo sin una conexión a Internet.
- Dado que los correos quedan guardados en el servidor remoto, se puede acceder a ellos desde múltiples dispositivos y utilizando diferentes programas.
- Los cambios realizados en los mensajes se replican automáticamente en el servidor.
- Igual que el protocolo POP, ahorramos espacio en nuestro dispositivo, porque los mensajes permanecen en el servidor.
- En caso de que nuestro dispositivo deje de funcionar, los mensajes no se pierden, ya que el correo siempre permanece en línea en el servidor.
IMAP vs POP: ¿cuál elegir?
Tras haber analizado los pros y los contras a la hora de utilizar IMAP y POP, es probable que ya hayas extraído tus propias conclusiones. En cualquier caso, atendiendo a lo que la mayoría de usuarios emplea en sus diferentes dispositivos, el veredicto es claro: IMAP es el preferido.
La razón es simple: el protocolo POP3 ha quedado un tanto desfasado en la actualidad, donde prácticamente todo se conecta a Internet. Aparte de esto, si tenemos en cuenta la comodidad y la fluidez a la hora de su uso, la sincronización (que es posible con IMAP y no con POP), es el punto que marca la diferencia.