Después de que Microsoft desvelara las últimas actualizaciones de Windows 11, empezó a tomar fuerza la idea de que se estaba trabajando ya en una nueva versión del sistema operativo. Parece ser que se trataba de algo más que simples rumores y ahora se ha filtrado la posible fecha del esperado lanzamiento de Windows 12: llegaría para junio de 2024.
La historia reciente de Windows está llena de sonados fracasos, como por ejemplo Windows 8 o Windows Vista. Pero desde la aparición de Windows 10, allá por el año 2015, parece que Microsoft ha encontrado el camino correcto. Así, pudimos ver como Windows 11, a pesar de todos sus fallos iniciales, resultó ser un éxito. El anuncio de Windows 12 podría significar que se continúa por esta misma senda.
Ahora que se sabe la fecha (aunque aún podría haber cambios de agenda), la gran pregunta que todo el mundo se plantea es esta: ¿Qué nos va a traer de nuevo Windows 12? Para buscar una respuesta, tal vez lo más sensato sea echar un vistazo a lo que supuso el salto de Windows 10 a Windows 11. En este caso, podríamos hablar de una evolución casi natural: el nuevo sistema simplemente amplió los requisitos del anterior y añadió el TPM, el módulo criptográfico que, en teoría, debía mejorar la seguridad y privacidad del equipo.
El resultado de todo esto es que muchos usuarios se pasaron a Windows, algunos de ellos volvieron a Windows 10 después de probar y otros ni siquiera se molestaron el dar el salto. No importa, porque todos ellos gozan más o menos de las mismas ventajas e inconvenientes.
Novedades de Windows 12
Sin embargo, parece ser que lo que viene es algo muy diferente. Por eso muchos fabricantes de ordenadores ya está preparando sus nuevos modelos para el año que viene en previsión del salto tecnológico que podría llegar de la mano de Windows 12. Dicho de un modo simple y resumido: todos quieren sacar al mercado el que sería el primer PC equipado con un sistema operativo basado en la inteligencia artificial.
Algunas de las novedades que vendrían con esta nueva versión ya han sido comentadas anteriormente en este blog. Básicamente, se trata de lo siguiente:
- Barra de tareas flotante, de aspecto más moderna y minimalista. Se trata de un cambio meramente estético.
- Diferentes particiones. Una solución pensada para mejorar la fluidez y la seguridad del sistema. Se contempla la posibilidad de que ciertos archivos se ubiquen en una unidad inaccesible para los usuarios.
- Integración con la AI. Todos los parámetros internos del sistema estarían controlados por la inteligencia artificial, o por el usuario.
Windows 12 y la inteligencia artificial
La llegada de Windows 12 en junio de 2024, si es que finalmente se mantiene esa fecha, puede suponer una revolución en la historia de Microsoft. Este mismo año ya se ha insinuado desde Redmond que los usuarios que desearan actualizar su PC al entonces todavía hipotético Windows 12, tendrían que cambiar ciertos componentes de su equipo. Es lógico que sea así, dado que el próximo sistema operativo tendrá una inteligencia artificial propia. Eso significa que necesitará un hardware optimizado para funcionar.
Pro aunque la música suene bien, en la práctica no resulta tan sencillo plasmar la idea de «PC con IA». Los ensayos que hemos podido ver con el asistente Copilot solo han tenido un impacto muy limitado. Muchos son los usuarios que siguen mostrándose escépticos ante esta clase de desarrollos, mientras que otros parecen un tanto decepcionados, pues esperaban mucho más.
En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que el futuro pasa sí o sí por la integración de la inteligencia artificial en los sistemas operativos. La cuestión es encontrar la manera más adecuada de lograrlo. Ese es el gran reto.
Windows CorePC
La otra alternativa que está sobre la mesa es la de diseñar un sistema operativo modular que sea compatible con todo tipo de dispositivos. De este modo, habría versiones especiales de Windows 12 especialmente concebidas para tablets, así como para portátiles y PC de gama baja.
El proyecto Windows CorePC tiene como objetivo básico hacer que el sistema operativo sea modular y tenga un alto grado de personalización. Se instalaría en múltiples particiones, a diferencia de lo que sucede ahora, que solo hay una única partición con acceso de escritura. En cierto modo, se trata de imitar el modo en el que trabajan otros sistemas como iPadOS o Android. La gran ventaja de esto es que las actualizaciones serían más seguras, más estables y más rápidas.
La idea es buena, pero plantea muchos obstáculos, como el de la compatibilidad con muchos programas y aplicaciones ya existentes. Hasta la fecha, los ensayos de Microsoft en este capo ha dado resultados bastante decepcionantes.
Por todo esto, de momento es imposible saber cuál será el camino que elija tomar Microsoft. Tendremos tiempo de especular sobre esto en los próximos meses. Pero seguro que lo sabremos antes de junio de 2024.