Entre los usuarios de Windows, una de las cosas que produce más terror es encontrarse con la pantalla azul, que suele ser síntoma de algún error de funcionamiento grave. Pero no menos temible y desconcertante es cuando aparece el error de la pantalla blanca en Windows, también conocida como «pantalla blanca de la muerte».
Esta situación tan incómoda suele presentarse sin previo aviso, generalmente cuando vamos a iniciar sesión en nuestro PC, aunque también puede suceder mientras estamos utilizando el ordenador. De repente, la pantalla se funde a blanco sin más explicaciones. Esta es la señal de que hay algo que falla en algunos de los componentes de hardware o software de nuestro sistema.
Las pantallas de colores son un aviso clásico del sistema operativo de Microsoft, una especie de señal de alarma. Hay pantallas negras, azules e incluso verdes, que siempre vienen acompañadas de un texto explicativo con las pistas necesarias para conocer el origen del problema. En cambio, la pantalla blanca en Windows se muestra sin más, con un blanco total que inunda toda la pantalla y ningún texto que nos pueda servir de ayuda.
Esto supone un problema añadido a la hora de tratar de resolver el problema, ya que no contamos con ninguna indicación para saber por dónde empezar a buscar el remedio.
Por esta razón, la pantalla blanca en Windows suele plantearse como un problema irresoluble ante nosotros, aunque en realidad no lo es, como verás a continuación:
¿Por qué aparece la pantalla blanca en Windows?
Es cierto que la pantalla blanca se muestra poco comunicativa con nosotros, negándose a proporcionarnos información acerca de sus causas, la experiencia nos dice que hay una serie de motivos que pueden estar en el origen del problema. Son los siguientes:
- Problemas de hardware en el dispositivo.
- Controladores que no funcionan de forma correcta por estar corruptos o desactualizados.
- Aplicaciones en segundo plano que está interfiriendo con ciertos procesos del sistema.
- Ejecución incorrecta de una actualización de Windows.
Conociendo estas posibles causas, es más sencillo definir cuáles son las soluciones que debemos aplicar para librarnos de la molesta pantalla blanca.
Pantalla blanca: soluciones
Antes de empezar con nuestra batería de soluciones para el problema de la pantalla blanca en Windows, no está de más realizar algunas comprobaciones previas. Tal vez no se trata más que de una cuestión de mala conexión, así que para asegurarnos de que la causa no está en un problema de hardware, conviene revisar todos los cables conectados al sistema para descartar este punto. Después de hacerlo, hay que reiniciar el PC.
Si el problema persiste, hay que intentar otras soluciones. Recomendamos probarlas siguiendo el orden en el que las presentamos:
Forzar un reinicio del sistema
Es la primera solución que hay que intentar para tratar de librarnos de la pantalla blanca en Windows. Este método sirve para solucionar la cuestión en un alto porcentaje de casos, sobre todo si los problemas han sido causados por una aplicación específica o un error del sistema no demasiado grave.
Para forzar un reinicio del sistema, todo lo que tenemos que hacer es mantener presionada durante algunos segundos la tecla de Encendido, hasta que se produzca el apagado. A continuación, hay que reiniciar el dispositivo y comprobar que la pantalla blanca ha desaparecido.
Desconectar periféricos
Si el método de forzar el reinicio no ha dado resultado, lo siguiente que debemos probar es desconectar todos los periféricos que haya conectados a nuestro ordenador a través de USB. En muchas ocasiones, el origen del mal funcionamiento se halla en un dispositivo externo conectado, como por ejemplo una impresora o escáner, o incluso el teclado o el ratón.
Después de la desconexión, tenemos que reiniciar el ordenador y comprobar que el sistema operativo Windows se inicia normalmente. Si desconectamos los periféricos uno por uno podremos identificar cuál de ellos está generando el error.
Entrar en modo seguro
Otras veces, el origen de la pantalla blanca en nuestro ordenador se esconde en una aplicación externa. La manera más eficaz de identificar la aplicación que no se está ejecutando de forma correcta es acceder a nuestro equipo con el modo seguro de Windows.
Cuando accedemos en modo seguro, todas las aplicaciones de terceros quedan deshabilitadas de forma predeterminada. Si Windows funciona normalmente en modo seguro, hay que deducir que el problema de la pantalla blanca han sido causados por una aplicación externa que hay que eliminar.
Actualizar los controladores gráficos
Un motivo específico que provoca la aparición de la pantalla blanca es un problema en los drivers o controladores de la tarjeta gráfica. La solución pasa por actualizarlos, cosa que podemos hacer manualmente o de forma automática con ayuda de algún programa. Estos son los pasos para proceder a una actualización manual:
- Usamos la combinación de teclas Windows + X y seleccionamos el Administrador de dispositivos.
- Hacemos doble clic sobre la opción «Adaptadores de pantalla».
- Después vamos a los controladores uno por uno, haciendo clic con el botón derecho y seleccionar la opción de «Actualizar controlador».
Actualizar Windows
Por último, hay un aspecto que puede ser el causante de la pantalla blanca en nuestro ordenador: problemas con la versión de Windows que estemos utilizando. La solución puede ser de dos tipos: actualizar a una versión más reciente o bien volver a una anterior. En cualquier caso, se trata de elegir aquella que no cause problemas. El modo de proceder está explicado con detalle en esta entrada: Cómo actualizar Windows
Otra solución en el mismo sentido es el de devolver al sistema a un punto de restauración anterior. De esta manera, vamos a poder restaurar nuestro sistema Windows a un estado completamente funcional. También tenemos un post específico en el que explicamos cómo hacerlo: Cómo restaurar Windows 10 a un punto anterior.
Conclusión
La temida pantalla blanca es uno de los problemas más irritantes con los que se encuentran los usuarios de Windows. Por suerte, las soluciones que hemos repasado en esta entrada suelen ser eficaces. Aun así, podemos encontrarnos con casos más persistentes y difíciles de resolver. En esa situación lo más recomendable es acudir a un servicio técnico autorizado.